- Participaron Saskia Niño de Rivera y Manuel López San Martín, autores
- El libro presenta testimonios de los sobrevivientes y secuestradores
Los autores platicaron con los alumnos de la institución sobre el proceso de escritura e investigación; López San Martín afirmó que “El primer gran reto fue cómo elegir algunos testimonios y cómo discriminar algunos que son muy duros, muy fuertes (…) retratar la dureza del secuestro, qué hacer con toda esa dureza para tratar de aportar algo a la sociedad”.
Niño de Rivera aseguró que “ha sido un libro complejo de escribir, México está viviendo etapas sumamente violentas; somos una sociedad muy enojada, con incertidumbre si va a haber justicia en esos casos, tenemos que hacer las cosas distintas” sentenció.
Los autores concordaron que en las experiencias de secuestrados y secuestradores “el común denominador, es la corrupción” y apuntaron que el propósito del libro “es un llamado a escuchar para entender”, comprender las situaciones, “los núcleos familiares, los contextos, es para entender con un poco más de humanismo”.
El proceso de los secuestradores fue tomado desde una perspectiva humanista, explica Manuel López San Martín “nos centramos más en el antecedente de su historia, cómo fueron ascendiendo hasta su llegada a prisión”.
Saskia Niño de Rivera, comentó la situación de justicia actual del país, “la ausencia del estado de derecho no da justicia a las víctimas ni victimarios, el sistema les está fallando, la misma justicia ya no van a permitir que salgan, pero en importante que separemos, una cosa es la justicia y otra es la inhumanidad”.
La activista también dijo que hay una normalización de las cifras e hizo un llamado a la sociedad y a los periodistas “la urgencia que tenemos como sociedad, el deber de los periodistas de visibilizar la violencia, ¿nos estamos acercando a una sociedad donde queremos vivir todos?”
El papel de la victima es el más importante al cubrir el secuestro, afirmó López San Martín, mientras Niño de Rivera confesó parte de su metodología al hacer las entrevistas y prepara el libro “escoger estos testimonios, es para visibilizar los sobrevivientes”, así como “no idealizar” a los secuestradores.
López San Martín añadió que los entrevistados, acusados de secuestrar, “Tienen un enorme deseo de hablar”, lo que facilitó la labor, aunque la demanda física de algunos entrevistados fue cansado para Saskia, quien fue a las cárceles y resaltó su labor con César Frayre, del caso Hugo Alberto Wallace, “César Frayre es la entrevista más dura que hecho, no me pude levantar de la cama, me absorbió energéticamente”.
Sobre su participación en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, Manuel López San Martín expresó “Muy honrados de estar en la catedral del periodismo”.