El desconocido que llegó a ser James Bond
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Palabra Digital

13 Mar, 2022
George Lazenby tenía 28 años y una carrera como modelo cuando se enteró que se solicitaba un nuevo actor para James Bond. El rodaje produjo una situación tensa entre George, el director y los productores, quienes buscaban que la interpretación del protagonista fuera una copia de Connery, mientras que el australiano concebía a un James […]

George Lazenby tenía 28 años y una carrera como modelo cuando se enteró que se solicitaba un nuevo actor para James Bond.

El rodaje produjo una situación tensa entre George, el director y los productores, quienes buscaban que la interpretación del protagonista fuera una copia de Connery, mientras que el australiano concebía a un James Bond más cercano al movimiento hippie y a la música pop del momento.

Por: Santiago Ayala Espinosa

El nuevo 007

En 1969 se estrenó Al Servicio de su Majestad, la sexta película de James Bond y la primera en cambiar de actor para el 007, el elegido fue George Lazenby, un desconocido que debía mantenerse a las expectativas de lo que debe ser el 007.

Después de una experiencia difícil con los paparazzi en Japón, durante el rodaje de Sólo se vive dos veces (Lewis Gilbert, 1967), el actor Sean Connery, protagonista de las cinco primeras películas de James Bond, decidió renunciar.

Ante la renuncia, la idea para el siguiente filme era adaptar la última novela del creador literario de James Bond, Ian Fleming: “El hombre del revólver de oro”, con Roger Moore como protagonista y con locaciones en Camboya, pero la situación política en el país frustró los planes.

La búsqueda

Los productores, Harry Saltzman y Albert. R. Broccoli, empezaron una búsqueda entre los actores más conocidos de Reino Unido para sustituir a Connery. Nombres como Michael Cane, Michael Gambon, Oliver Reed y Timothy Dalton (quién tomaría el papel en 1987) se consideraron, junto a otros 400, pero ninguno de ellos pudo aceptar el compromiso.

La cruzada de Saltzman y Broccoli llegó a oídos de un joven modelo de 28 años y australiano, llamado George Lazenby, que no tenía ninguna experiencia en cine.

Lazenby, emocionado por la oportunidad de conseguir el papel, juntó sus ahorros y se dirigió a Saville Row, calle tradicional de la sastrería inglesa, y compró un traje que encargó Connery pero que nunca recogió; luego fue por un Rolex Submariner de segunda mano, y se dirigió a la barbería donde Albert R. Broccoli por lo regular se cortaba el pelo.

Broccoli se impresionó de ver a un joven con porte, pelo oscuro y un magnetismo sexual único, por lo que le ofreció ser el nuevo 007

George Lazenby, el nuevo Bond. Imagen: Esquire

Al Servicio de su Majestad

Para la siguiente entrega fílmica del agente británico, se decidió adaptar Al Servicio Secreto de su Majestad, la novela de Fleming que mejor críticas había recibido.

Se encargó un guión diferente más enfocado en la estética, con la cinematografía sacada de un cuento de hadas de Michael Reed, que en la aventura, género predominante en Bond; y en el desarrollo de los personajes, con la inclusión de Diana Rigg, actriz especializada en el teatro, como el interés amoroso, que en la acción.

Todo con el fin de compensar la falta de experiencia del protagonista

George Lazenby y Diana Rigg. Imagen: Wikipedia

La cinta empezó producción en octubre de 1968 con Peter Hunt, antiguo editor de la saga, en la dirección y con Telly Savalas como Blofeld, el recurrente villano calvo con el gato, quien esta vez planea infertilizar los campos del planeta, a menos que se le otorgue inmunidad diplomática por sus crímenes pasados.

Tensión e integridad

El rodaje produjo una situación tensa entre George, el director y los productores, quienes buscaban que la interpretación del protagonista fuera una copia de Connery, mientras que el australiano concebía a un James Bond más cercano al movimiento hippie y a la música pop del momento.

El descontento escaló al grado de que el director y la estrella no se hablaron durante casi toda la filmación.

Sumado a la situación, los rumores de una pelea entre Riggs y Lazenby le crearon a este último la reputación de actor difícil.

Al estreno, en diciembre de 1969, Lazenby llegó con una barba larga, aspecto que fuera del set le gustaba lucir, a pesar de que Broccoli le pidió que llegara bien afeitado, como en la película.

Trailer: 007: Al Servicio de su Majestad.

Después de las críticas variadas de la cinta, se decidió que la siguiente sería Los diamantes son eternos, con George repitiendo, pero el mánager de este le dio el consejo que marcó su carrera:

“Bond está acabado, no durará la siguiente década”

Ante esto, Lazenby decidió renunciar a 007, un acuerdo de 10 películas y millones de dólares, para buscar nuevas oportunidades en los spaghetti western, género que declinó en popularidad durante los años 70.

Juventud y rebeldía era la definición del nuevo Bond, aquel que sólo apareció una vez.

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