Por: Aldo González Ramírez.-Es curiosa las perspectiva que tienen los niños del mundo actual, obviamente dependiendo de sus condiciones de desarrollo (el país donde viven, su nivel socioeconómico y educacional) y cómo sus personalidades van cambiando de acuerdo a su contexto.
La diversidad de rostros es clara desde el principio y en esto mismo se puede apreciar un rostro de seriedad e incluso tristeza en cada uno de ellos. El retrato de un niño es la expresión más pura y vulnerable de la humanidad.
La edición a blanco y negro ayuda a aumentar sentimiento más dramático y nostálgico de los rostros, con un poco de influencia de fotógrafos como Dorothea Lange y el toque que le daba a la vida cotidiana a blanco y negro fue como se decidió la edición de las fotos.
Probablemente las imágenes desde una visión lejana y sin ser muy detallista a la hora de observar, no se note que son fotos generadas por inteligencia artificial (AI), en los últimos días estas nuevas tecnologías han sido tema en tendencia y cómo esto puede afectar el trabajo fotoperiodístico.
El porqué de este trabajo es como algo tan automatizado puede crear algo tan real de la nada. La personalización de los contenidos puede ser algo negativo o positivo dependiendo de cada persona y el nivel de responsabilidad que se le dé.
Estas herramientas pueden ayudar a los periodistas, aunque se teme que sean desplazados en un futuro por ellas e incluso ir en contra de los ideales periodísticos, el ejemplo claro es este trabajo, se está hablando de algo que no existe, que fue generado de forma inorgánica y que puede dar paso a la falsedad.
El uso de la tecnología en los niños es cada vez más común, ventajas y desventajas como en todo existente, sin embargo, el uso responsable de esto es primordial. La vida de los niños en la actualidad está influenciada por muchos factores y cambios sociales, pero siempre hay que recordar que cada niño es un individuo único con sus propias circunstancias y necesidades.