La indiferencia de Alfaro
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Diálogos

20 Oct, 2023
“Según datos oficiales del Sistema de Información sobre Víctimas de Desaparición, en Jalisco hay 14 mil 78 personas privadas de su libertad. Las principales denuncias son realizadas en los municipios de Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco de Zúñiga.”

Opinión

Por: María Fernanda Martínez Núñez

 

Flores y veladores cubren las escalinatas de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en Lagos de Moreno, Jalisco, en honor a los cinco jóvenes reportados como desaparecidos el pasado 12 de agosto. Un caso que ha conmocionado a México por la poca acción del gobierno estatal y federal; sin embargo, esto solo es la punta del iceberg.

Durante los últimos años la inseguridad en la región de los Altos de Jalisco ha aumentado abruptamente. Desde desapariciones, asesinatos a quemarropa hasta migración forzada han hecho de la zona una de las más peligrosas en el país.

Según datos oficiales del Sistema de Información sobre Víctimas de Desaparición, en el estado de Jalisco hay 14 mil 78 personas privadas de su libertad en toda la entidad. Las principales denuncias son realizadas en los municipios de Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco de Zúñiga.

El caso de los cinco jóvenes acentuó la grave situación que vive la zona alta del estado, pues en menos de un mes se reportó la desaparición de cuatro mujeres y cinco hombres. No obstante, ninguno de los dos casos captó la atención del gobernador Enrique Alfaro, quien durante su administración ha dejado a los habitantes de la región a su suerte (hasta que empezaron a ser mediáticos).

Los Altos Norte está conformado por ocho municipios: Villa Hidalgo, San Juan de los Lagos, San Diego Alejandría, Unión de San Antonio, Ojuelos de Jalisco, Lagos de Moreno, Encarnación de Díaz y Teocaltiche. En este último se ha desatado una guerra entre el Cártel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación para controlar la zona.

De acuerdo con pobladores de Teocaltiche, prácticamente todas las semanas hay enfrentamientos entre ambas células, las cuales han llegado a interferir con sus actividades cotidianas. Al no tener un atractivo mediático, las autoridades jaliscienses han ignorado sistemáticamente la violencia en el municipio.

Si bien la Fiscalía del Estado de Jalisco insiste en que se encuentra realizando las investigaciones correspondientes, el sentimiento de la población es que no pasará mucho para que vuelva a suceder. El principal problema de la entidad es que se encuentra sumida en una profunda violencia que se ha ido construyendo durante décadas y pareciera que nadie o nada lo puede detener.

Alfaro ha dejado mucho que deber a los jaliscienses, ya que no ha atendido los problemas de violencia que azotan la entidad. En medio de lo sucedido con los jóvenes de Jalisco, el mandatario estatal ha dado de qué hablar y no precisamente por sus acciones para mitigar la violencia, puesto que se ha enfocado en posicionarse dentro del Frente Amplio por México, ignorando lo que acontece en el día a día de su región.

Ante la indiferencia de Enrique, de la Fiscalía, de los policías y de las autoridades municipales, la población se ha quedado a la deriva, esperando algún día ser lo suficientemente importantes en la agenda para ser protegidos. Nunca había tenido tanto sentido lo dicho por el ganador al premio Nobel de la Paz estadounidense Elie Wielsen como en este contexto: “Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo.”

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