Marea negra
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Diálogos

29 Mar, 2023
“En México existen extensas áreas contaminadas con hidrocarburos procesados del petróleo, debido principalmente a derrames, así como a las actividades propias de la industria petrolera.”

Por: Karla Itzel Tejeda Maldonado

La contaminación química en los océanos está poniendo en riesgo la vida marina. Es evidente que las fuentes principales de contaminación son las rutas de transportes naturales: los ríos, en los cuales se descargan todos los residuos del continente. El uso excesivo de fertilizantes en las zonas agrícolas y las descargas de aguas residuales de ciudades y granjas porcinas que se vierten en los ríos llegando a las costas, provocando incremento en nutrientes en los océanos.

Petróleos de México (Pemex) reportó entre 2007 y 2012 hasta 290 derrames de petróleo anuales con un volumen promedio de 4 mil 938 toneladas.

El problema ambiental parece que se está exacerbando por el efecto del cambio climático, el aumento de la temperatura en el océano incrementa la movilidad de los contaminantes y los gases de efecto invernadero que promueven su acidificación.

La destrucción del paisaje costero mexicano afecta indefectiblemente a las plantas y animales que viven en este ecosistema, que no sólo es uno de los más ricos del hemisferio, sino también la ruta migratoria de millones de aves marinas y el asiento de la industria pesquera y camaronera más importante del sur de Estados Unidos.

Pero ¿qué es lo que realmente ha pasado en México?

De acuerdo con el artículo de Scielo, en México existen extensas áreas contaminadas con hidrocarburos procesados del petróleo, debido principalmente a derrames, así como a las actividades propias de la industria petrolera. Se estima que en los últimos 20 años han provocado pérdidas por más de 50 mil millones de dólares, con mayor impacto en el aspecto ambiental y agrícola.

Este tipo de compuestos se acumulan en ecosistemas marinos y terrestres, siendo responsables del deterioro de algunos suelos contaminados. La contaminación del suelo y el agua ha venido en aumento como resultado de las malas prácticas en la explotación, refinación, distribución, mantenimiento y almacenamiento de petróleo crudo y sus derivados.

Sin embargo, este tipo de desastres acontece principalmente en las zonas rurales, teniendo mayor efecto en las poblaciones dedicadas a la agricultura. A esto se le acompaña el rezago socioeconómico, la pobreza alimentaria y la marginación, comunes entre las poblaciones rurales agrícolas.

La Comisión Nacional de Hidrocarburos, estima que 42% del total de las emergencias ambientales entre 1993 y 2002 estuvieron relacionadas con siniestros por escapes de hidrocarburos.

Cinco desastres ecológicos relacionados con la empresa de Pemex son:

  • En julio de 2021, el Golfo de México presentó un incendio sobre sus aguas, la altura de las playas de Campeche. La causa de las llamas fue una fuga de gas en un ducto de la empresa.
  • El 20 de abril de ese mismo año, se volvió a registrar un derrame de combustible en el emisor central de la refinería Miguel Hidalgo, que desemboca al río Tula, cuyas aguas son utilizadas para riego. No obstante, éste no ha sido el único, que se ha registrado en la zona desde 2018.
  • En abril de 2021, en Minatitlán, Veracruz, apenas unos días del incendio de Tula, Pemex también protagonizó un incendio, pero esta vez en la refinería “Lázaro Cárdenas”, en este accidente se reportaron siete personas heridas.
  • En julio y diciembre de 2020, Cadereyta, Nuevo León, registró un incendio y dos “estruendos”. Greenpeace en su base de datos ubicó en 2019 a esta refinería en su lista de las peores fuentes globales de contaminación por SO2.

Tanto Pemex como la Secretaría de Medio Ambiente, no generaron informes sobre los daños que causaron estos accidentes, evadiendo las consecuencias que estos incendios generaran en la población, en la fauna y en los mares.

Por años, la comunidad científica, organizaciones civiles, autoridades ambientales y la propia población que habita en las zonas donde hay refinerías o exploraciones para la extracción de petróleo en México han advertido sobre los graves daños que traen a la salud pública y el medio ambiente. Pese a ello, el gobierno insiste en impulsar una política energética centrada en los combustibles fósiles y caminar en un sentido contrario al que le mandata su compromiso con el medio ambiente: disminuir la emisión de Gases de Efecto Invernadero 22% como mínimo para evitar el aumento de la temperatura del planeta, que es ya causante de varios desastres ambientales.

La Agencia para las Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades del Departamento de Salud Pública de Estados Unidos (ATSDR), estudiaron tres casos.

  1. a) En Iowa se demostró un incremento de malformaciones orales, cardiacas y urogenitales en municipios con sitios contaminados con residuos peligrosos.
  2. b) En Nueva Jersey, los defectos orales se asociaron con los cloroetilenos (di, tri y tetra) y al tetracloruro de carbono, en tanto que los cardiacos se asociaron a los cloroetanos, clorometanos y, de nueva cuenta, al tetracloruro de carbono
  3. c) En el estado de Nueva York se notificó un incremento de 12% en cuanto a las posibilidades de tener un hijo con malformaciones por vivir cerca de un sitio contaminado con residuos peligrosos. Estos antecedentes señalan una clara tendencia de asociación entre malformaciones y residuos peligrosos.

En México, los estudios acerca de los efectos sobre la salud en poblaciones expuestas a tóxicos ambientales son mínimos. Los más relevantes son los trabajos sobre plomo (contaminación atmosférica y cerámica vidriada); arsénico (contaminación natural); plaguicidas (exposición ocupacional) y, flúor (contaminación natural y exposición ocupacional). Dichos trabajos, si bien son relevantes, no abordan la problemática de los residuos peligrosos; con ello se demuestra qué tan escasos son en México los estudios en torno a este tópico.

La mejor solución para los problemas de contaminación por desechos industriales es evitarlos, pero para lograrlo, lo primero que debe pasar, es la no generación de residuos en la fuente misma de su producción. La minimización no sólo evita problemas de contaminación, también reduce los costos que implica limpiarla.

También para que haya una buena solución a nivel nacional, debe haber una política ambiental, una participación del Sector Salud, la participación de la sociedad, para ir erradicando esta problemática; identificar los sitios contaminados y que tengan un buen seguimiento.

Los derrames de petróleo e hidrocarburos en el mar afectan mucho al medio ambiente. Es importante visibilizar este problema, ya que la seguridad y la salud de los seres humanos y de los animales se está viendo perjudicada.

Si no se empieza accionar rápido y el gobierno sigue sin darle relevancia a esta problemática, vendrán consecuencias inimaginables a nivel ambiental.

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