Por Santiago Figueroa
La Major League Baseball enfrenta uno de los escándalos más graves de los últimos años. Los lanzadores Emmanuel Clase y Luis Ortiz, ambos pertenecientes a los Guardianes de Cleveland, fueron acusados formalmente por la fiscalía de Brooklyn, Nueva York, de participar en una red de apuestas ilegales que involucraba el amaño de pitcheos en juegos de Grandes Ligas.
Según información del periodista Jeff Passan, la investigación reveló que los peloteros manipularon intencionalmente lanzamientos para beneficiar a apostadores, permitiéndoles predecir con ventaja si el pitcheo sería bola o strike. De acuerdo con las autoridades, la red comenzó en 2023, con Clase como presunto líder y Ortiz uniéndose posteriormente.
El reporte judicial indica que Luis Ortiz fue arrestado en Boston el 9 de noviembre y deberá comparecer ante un juez, mientras que Emmanuel Clase sigue prófugo, sin estar bajo custodia de las autoridades federales. Ambos lanzadores enfrentan cargos por fraude, conspiración y soborno, delitos que podrían significar hasta 65 años de prisión si son encontrados culpables.
En julio pasado, tanto Clase como Ortiz habían sido suspendidos por la MLB tras una investigación interna que ya apuntaba a irregularidades en algunos juegos. La liga, a través de un comunicado enviado a ESPN, señaló: “La MLB contactó a las autoridades federales al inicio de la investigación y ha cooperado plenamente durante todo el proceso. Estamos al tanto de la acusación y del arresto, y nuestra investigación continúa.”
La fiscalía detalló que Ortiz recibió 5 mil dólares por lanzar una bola intencional el 15 de junio de 2023 ante los Seattle Mariners, en un partido que Cleveland terminó perdiendo. Doce días después, repitieron la acción ante los St. Louis Cardinals, con la colaboración de Clase, quien facilitó el acto.

El fiscal federal Joseph Nocella fue contundente al condenar la traición al deporte: “Según la acusación, ellos traicionaron la confianza del equipo y de los aficionados al manipular lanzamientos para beneficiar a apostadores corruptos. Cuando la corrupción entra al deporte, destruye la credibilidad y la pasión que lo sostienen.”
El caso ha generado conmoción en el mundo del béisbol, recordando los oscuros precedentes del “Black Sox Scandal” de 1919.