Aniversario 76 de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García
Por Andrea García Ruiz
La Escuela de Periodismo Carlos Septién García celebró su aniversario 76 con un emotivo y significativo homenaje a una de las voces más importantes de la literatura y el pensamiento crítico en México: Rosario Castellanos.
El evento llevó por nombre “El eterno femenino”, en honor a una de las obras más emblemáticas de la autora, símbolo del feminismo latinoamericano.
A través de esta conmemoración, realizada el 28 de mayo, en el Centro Cultural Bella Época, la comunidad Septién no sólo reafirmó su compromiso con el pensamiento crítico y el periodismo comprometido, sino que también honró el centenario del nacimiento de Rosario Castellanos, nacida en 1925 en la Ciudad de México.
Una doble celebración
La jornada comenzó con las palabras de bienvenida a cargo de la directora de la institución, Analletzin Díaz Alcalá, y del maestro Raymundo Mucio Adame Villalobos, presidente de la Asociación Cultural Carlos Septién García. Ambos coincidieron en la relevancia de este aniversario como una doble celebración: el fortalecimiento de una institución clave en la formación periodística del país y el homenaje a una de las pensadoras más influyentes del siglo XX.
“Hoy, 28 de mayo, nos convoca una doble celebración. Conmemoramos el aniversario de nuestra querida escuela y también celebramos el centenario del nacimiento de una de las figuras más notables de la literatura y el pensamiento mexicano: Rosario Castellanos”, subrayó Raymundo Mucio Adame Villalobos, durante la inauguración.

Por su parte, la directora Analletzin Díaz Alcalá compartió que este homenaje representa un posicionamiento claro por parte de la institución en el contexto social actual: “Nos llena de orgullo realizar este magno evento con una serie de actividades para conmemorar a una de las mujeres más importantes e influyentes de nuestro país: Rosario Castellanos. La Escuela de Periodismo Carlos Septién García ha puesto este tema en su aniversario 76 para hacer énfasis en que el movimiento feminista no es una moda ni significa violencia”, afirmó.

En la ceremonia de apertura estuvieron presentes también los directivos de la Septién, la maestra Jennie Riverol González, jefa del Área Académica; la maestra Verónica Veloz Valencia, coordinadora de Posgrado, así como el profesor Arnoldo Meléndrez Castro, administrador de la escuela.
Conferencia magistral
El eterno femenino: una mirada de Gabriel Guerra Castellanos
Guerra Castellanos se acercó a la comunidad estudiantil.
Por Andrea García Ruiz
Como parte esencial de la ceremonia, los estudiantes del octavo semestre participaron en la organización y conducción del evento. A solo unos meses de su egreso, éste fue su último acto oficial como estudiantes. Su participación destacó por el profesionalismo con el que condujeron cada momento del evento, simbolizando así el legado que deja la escuela en las nuevas generaciones de periodistas.
Uno de los momentos más esperados fue la presencia de Gabriel Guerra Castellanos, hijo de Rosario Castellanos y presidente de la firma “Guerra Castellanos y Asociados”, dedicada a la comunicación estratégica. Guerra fue el encargado de ofrecer la conferencia magistral de la mañana, pero desde un inicio dejó en claro que prefería ofrecer una charla íntima, más que un discurso solemne.

“Primero que nada, quiero agradecer mucho a la Escuela de Periodismo Carlos Septién García por invitarme a esta charla, conversatorio en honor a mi madre en su centenario por su nacimiento. Quiero proponerles que tengamos más que una conferencia magistral, una charla”, declaró en primera instancia.
Una charla personal y crítica
Con honestidad, Gabriel Guerra Castellanos confesó que rara vez acepta hablar públicamente sobre su madre. Sin embargo, decidió hacer excepciones en este 2025, año del centenario de su natalicio, y la invitación de la Septién fue una de las pocas que aceptó.
“Hago una aclaración: no acostumbro a hablar de mi madre ni a ocupar los reflectores en los eventos que están relacionados con ella. Este año, por ser una ocasión especial, he hecho algunas excepciones. Esta será una de las últimas que haré”, compartió.
Aclaró también que nunca ha querido posicionarse como un “hijo profesional”, en referencia a aquellas personas que construyen su carrera a partir del legado de sus padres. Su visión ha sido siempre distinta:
“Lo primero que debemos hacer como hijos es honrar a nuestros padres sin copiarlos, sin convertirnos en una versión secundaria de ellos. También debemos evitar la tentación de construir nuestra identidad únicamente como hijos de alguien más. Hay quienes han tomado ese camino, y es respetable.”
Reflexiones sobre el periodismo
Durante su intervención, el diplomático dirigió una reflexión profunda a los estudiantes y docentes presentes sobre el papel del periodista en el contexto actual. En especial, destacó cómo Rosario Castellanos incursionó en el periodismo desde un enfoque ensayístico, crítico y literario.
“Quisiera compartir con ustedes algunas reflexiones acerca de la tarea del periodista, ensayista, operador y en esto incursionó Rosario Castellanos, en la crítica, en la reseña que se convierte en relato. Es una forma de hacer periodismo. Yo siempre he pensado que el periodismo no debe estar separado del activismo, es una conversación antigua.”
Para ilustrar su punto, recurrió a una metáfora contundente: “En México seguimos viendo los bandos, la brecha entre los ‘apocalípticos’ y los ‘aleluyos’. Dos visiones simplistas de la realidad. En medio de eso, hay un grupo que se hace llamar periodistas o pseudo periodistas que han convertido su oficio en un vehículo de proselitismo, una especie de condena social.”
Y añadió una reflexión: “En el periodismo se puede hacer verdaderamente activismo y es ahí donde Rosario Castellanos tuvo un papel de avanzada, como entre tantas cosas en su carrera. Cuando uno vuelve a leer las obras de Rosario Castellanos debe hacer una pausa para saber si es un texto de 1940 o 1955 y debes pensar si no es uno de 2025.”
La vigencia del pensamiento de Rosario Castellanos
Uno de los momentos más poderosos de la charla ocurrió cuando Gabriel Guerra relató una experiencia reciente en Chamula, Chiapas, donde asistió a un homenaje a su madre. En ese evento, una senadora indígena fue discriminada por funcionarios locales, lo que reveló la vigencia del pensamiento de Rosario Castellanos y lo mucho que aún falta por avanzar en justicia social.
En ese contexto, lanzó una pregunta que dejó al público en una especie de reflexión existencial: “¿Quién aquí está al tanto de lo que ocurre en Gaza? ¿Quién ha enviado una carta, ha asistido a una marcha o ha cambiado sus hábitos de consumo como forma de protesta?”
La provocación no sólo evidenció la distancia entre el conocimiento y la acción, sino que también recordó que el periodismo –como acto de conciencia– implica una responsabilidad ética con el mundo.
Un legado humanista
Antes de cerrar su participación, Gabriel Guerra retomó una idea central de la obra de su madre: la representación digna de los pueblos indígenas. Recordó que, durante mucho tiempo, tanto las izquierdas como las derechas coincidían en que los pueblos originarios debían “modernizarse”.
“El día de ayer decía el rector de la Universidad Autónoma de Chiapas que todavía hasta el segundo tercio del siglo pasado, las izquierdas y las derechas se caracterizaban porque veían a los pueblos indígenas como algo que tenían que ser más modernos. Yo creo que el gran reto ahí, refiriéndome a las obras de mi madre, es que ella los había presentado como seres humanos, como personas con ideales”, puntualizó.
Entrega del Premio Nacional de Periodismo Carlos Septién García 2025
Reconocimiento al periodismo que construye democracia
Durante la celebración del aniversario 76 de la Septién se reconoció a Maricarmen Cortés, conductora del programa “Alebrijes, águila o sol” de Grupo Fórmula, en donde agradeció a su “alma mater” y recordó su paso por la escuela: “Estoy muy agradecida, muy honrada.”
Maricarmen Cortés fue galardonada con el Premio Nacional de Periodismo Carlos Septién García 2025.
Como cada año, la Escuela de Periodismo Carlos Septién García reconoce la trayectoria de importantes periodistas mexicanos que han construido un pensamiento y que con su labor fortalecen la democracia mexicana. Este reconocimiento es la entrega del Premio Nacional de Periodismo Carlos Septién García y en esta ocasión, en el festejo de los 76 años de vida de la institución, el galardón fue entregado a la periodista Maricarmen Cortés, egresada de esta casa de estudios por sus más de 40 años de experiencia trabajando en los medios de comunicación.
Maricarmen Cortés es una de las columnistas especializada en economía y finanzas más influyentes y reconocidas en México. Por situaciones personales no estuvo presencialmente para recibirlo; sin embargo, se transmitió un video donde la periodista dirige unas palabras de agradecimiento.
La comunidad estudiantil de la Septién escuchó con atención cada palabra, conscientes de que el ejercicio del periodismo no sólo se aprende en las aulas, sino también en los encuentros que les recuerdan su verdadera misión: contar las historias que importan, con responsabilidad, sensibilidad y ética.
Finalmente, Maricarmen Cortés alentó a los estudiantes de periodismo: “Hay que especializarse en el ámbito que más te guste, a mí me gustaban las finanzas y le agarré el sabor”, finalizó.

Lectura de obra de Rosario Castellanos
Para continuar con la celebración del aniversario 76 de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, en el que también se rindió un homenaje a la escritora y periodista Rosario Castellanos, las periodistas culturales Elvira García y Diana Ramos, egresadas de esta institución, realizaron una lectura de su obra: “El eterno femenino”.
A 100 años de su natalicio, Rosario Castellanos es considerada una de las figuras más importantes de la literatura mexicana del siglo XX; su obra abarca géneros como la poesía, la narrativa, el ensayo, el periodismo y la dramaturgia; en los que aborda temas como la mujer, lo indígena, la marginación y la desigualdad social.

Poniatowska y Navarrete evocan la vida de Rosario Castellanos en los 76 años de la Septién
“Una yegua fina que saltó barreras”: homenaje a Rosario Castellanos en la Septién
Por Sebastian Rocha Coria
En el marco del 76 aniversario de la Escuela de Periodismo Carlos Septién se llevó a cabo un conversatorio sobre la vida y obra de la escritora y diplomática Rosario Castellanos. En el evento participaron la escritora y poeta Elena Poniatowska, así como el arqueólogo e historiador Carlos Navarrete, quienes recordaron la memoria de la autora chiapaneca.
Carlos Navarrete compartió que la primera vez que escuchó sobre Rosario Castellanos fue en 1940, en Guatemala. En ese entonces, formaba parte de un grupo de jóvenes escritores revolucionarios guatemaltecos. Tres escritores mexicanos exiliados les llevaron la revista “América”, donde aparecían poemas de Castellanos. Desde entonces, Navarrete la recordó como una persona sencilla y humilde.

Por su parte, Elena Poniatowska habló sobre el origen del poema “Memorial de Tlatelolco”. Contó que ella misma le pidió a Rosario que lo escribiera para un libro que sería publicado por la editorial ERA, fundada por tres españoles exiliados de la Guerra Civil. Rosario aceptó de inmediato. Elena fue personalmente a su casa para recoger el poema.
Elena agregó que Rosario escribió el poema en una sola noche, después de contarle lo sucedido el 2 de octubre, y preguntarle si podía participar en un libro con testimonios de los estudiantes presos en Lecumberri. Rosario respondió: “Ven a Constituyentes, ya está el poema.” Para Elena, ese libro fue muy importante en la vida de Castellanos.
Más adelante, cuando Rosario fue nombrada embajadora de México en Israel, le comentó a Elena que sentía cierta simpatía por el entonces presidente Luis Echeverría, ya que consideraba que la orden de la masacre de Tlatelolco había sido responsabilidad de Gustavo Díaz Ordaz. Además, mencionó que la periodista conocía a Echeverría desde que eran niños.
Carlos Navarrete también habló del “Teatro Petul”, que surgió durante la segunda estancia de Rosario en Chiapas, donde vivía en una cabaña. Debido a las críticas y agresiones que recibían los arqueólogos por su labor educativa con los pueblos originarios, por tanto, Rosario se aisló un tiempo.
Fue entonces cuando, por iniciativa de Antonio Montero, se fundó el Teatro Petul. Los muñecos fueron elaborados por Carlos Jurado y los guiones eran escritos por Rosario. A través del teatro, los personajes discutían temas relevantes para la comunidad, como la importancia de las vacunas y la prevención de enfermedades. Para muchos habitantes, los muñecos “tenían vida”, lo que facilitaba el mensaje educativo.
Poniatowska recordó también el papel de Castellanos como feminista. En una visita a Los Pinos, durante el sexenio de Echeverría, la escritora expresó: “No es justo, por tanto, no es legal, que mientras una persona esté encerrada en su casa, otra tenga la posibilidad de desarrollarse.” A partir de ahí, comenzó a señalar lo que era justo para los hombres y lo injusto para las mujeres. Elena aseguró que ese discurso fue el motivo por el cual la periodista fue nombrada embajadora en Israel.
“Rosario fue como una yegua fina que saltó muchas barreras”, dijo Elena Poniatowska, destacando que le interesaban tanto las personas más humildes como las más poderosas. Tras su muerte accidental por electrocución, fue la escritora Colleen Meyer quien la describió como “un ser humano extraordinario”.
Carlos Navarrete también compartió que en su trabajo como arqueólogo ha visitado varios lugares relacionados con Castellanos. Una vez, visitó a Horacio Albores, padre del entonces gobernador de Chiapas, Albores Guillén. Horacio le comentó que Rosario había estado allí, recordó haberla recibido bajando de un helicóptero. Cuando le dio la bienvenida, Rosario le preguntó si la conocía, a lo que él respondió: “Todo hombre de bien conoce a Rosario Castellanos.”

Poniatowska recordó especialmente el caso del “búho”, un joven que no veía bien y al que los soldados le rompieron los anteojos durante su encierro. Elena agradeció profundamente el gesto de Rosario al escribir el poema. “Gracias Chayito, muchas gracias” añadió la periodista.
Finalmente, Carlos Navarrete compartió un recuerdo de cuando Rosario visitó Chiapa de Corzo. Fueron juntos a la plaza de Santo Domingo, donde ella llevó una gran canasta de tortas. Al llegar al sitio arqueológico, se encontraron con una comunidad de personas pobres que miraban con deseo la canasta. Rosario no dudó en entregársela para que pudieran comer.
La maestra Beatriz Zalce, quien moderó este conversatorio, entregó una reconocimiento a los invitados por su valiosa participación, en nombre de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.
Con este homenaje, la Septién no sólo celebró su trayectoria institucional, sino que también rindió tributo a una figura fundamental de la literatura mexicana. La vida y obra de Rosario Castellanos sigue viva en la memoria colectiva.
Lectura dramatizada
En honor a la escritora Rosario Castellanos, la maestra Aurea Salinas, presentó con sus estudiantes del Taller de literatura, una lectura dramatizada de la obra “El eterno femenino”.
Los integrantes del taller son: Gabriela Rodríguez Hernández, Jesús Enrique Peña Aguirre, Areli Montserrat Márquez Rodríguez y Valeria Portillo Baz, del segundo semestre; Raymundo Esquivel Infante, Rodrigo Emiliano Cuevas Blancas, Gabriel Noguez García y Emiliano Eduardo Huerta Miranda, del cuarto semestre; Claudia Arlette Reyes Cortés y Sinaí de Jesús Martínez Martínez, del sexto semestre, y Juliana Guadalupe Allende Ortiz, del octavo semestre.

Conversatorio musical
Feminismo a través de la música
Por Santiago Figueroa Clemente
El miércoles 28 de mayo, el Centro Cultural Bella Época fue escenario de una emotiva y potente conferencia musical centrada en el feminismo, en la que tres destacadas cantautoras Nancy Zamher, Stephanie Hernández y Liza Xihuala compartieron su arte y su pensamiento en torno a las luchas de las mujeres, especialmente en relación con la violencia, las desapariciones forzadas y la necesidad urgente de crear espacios de expresión femeninos.

Durante la jornada, que estuvo moderada por las alumnas Gaba Cabral y Elizabeth Santiago, se interpretaron cuatro canciones con temáticas feministas que abordaron, desde la sensibilidad artística, los duelos provocados por las desapariciones, los feminicidios y las resistencias de las mujeres en contextos hostiles. Cada interpretación fue acompañada por reflexiones de las autoras, quienes expusieron cómo su música nace del dolor, pero también de la esperanza, la memoria y el deseo de justicia.
Liza Xihuala, una de las participantes, habló sobre las limitaciones que enfrentan las mujeres para expresarse a través del arte. “Para las mujeres hay muy pocos espacios de expresión”, afirmó, destacando que el arte feminista sigue siendo una trinchera necesaria. Comparó el proceso de componer con una experiencia profundamente vital: “Hacer una canción es como dar a luz”, dijo, subrayando la conexión entre la creación artística y la experiencia corporal y emocional de las mujeres. Xihuala interpretó uno de sus temas más representativos, con el que reafirmó que el arte puede ser un vehículo de sanación y transformación.
Nancy Zamher, por su parte, compartió su experiencia como investigadora del feminismo y artista comprometida. Explicó que su proceso creativo se alimenta de una profunda preparación, investigación y trabajo de campo con colectivos de mujeres. Uno de los momentos más conmovedores fue cuando habló sobre su canción Tesoro, inspirada en la lucha de las madres buscadoras. “Las personas que van en busca de desaparecidos van en busca de tesoros”, explicó, refiriéndose con respeto y admiración a quienes luchan por encontrar a sus seres queridos. Esta canción se ha convertido en un símbolo de resistencia y reconocimiento para muchas mujeres organizadas frente a la violencia.
La cantautora Stephanie Hernández también alzó la voz sobre las desigualdades estructurales que enfrentan las mujeres artistas, en especial fuera de los espacios urbanos. “En la ciudad sí hay espacio para las mujeres; fuera de aquí, son muy pocos los lugares”, señaló, evidenciando las brechas territoriales en cuanto a acceso y visibilidad. Asimismo, criticó la hegemonía masculina en los medios musicales: “Siempre, en todos los lugares, ponen música de hombres”, reclamó, haciendo un llamado a diversificar las voces que se escuchan y a abrir camino para el arte hecho por mujeres.