Por Sebastián Díaz Mora
Es necesaria una reforma fiscal en México que no sólo incremente la recaudación de impuestos, sino que también implique una revisión mayor a la manera en que se están gastando los recursos públicos y que además ayude a combatir la desigualdad en nuestro país, coincidieron expertos durante el foro económico “La necesidad de una reforma fiscal en México”.
El evento, realizado en el auditorio Alejandro Avilés de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García este miércoles 6 de noviembre, contó con la participación de Alejandra Macías, comisionada de la Comisión Independiente para la Igualdad con Justicia Fiscal (CIJUF), quien resaltó que la necesidad de una reforma fiscal no es de ahora, sino que se remite a años atrás.
“Más que sólo hablar de incrementar ingresos tendríamos que hablar de ampliar el espacio fiscal, que tiene que ver con obviamente lo primero, pero también con revisar cómo estamos gastando y cuáles son nuestras prioridades de gasto y eso no lo estamos haciendo”, declaró Alejandra Macías.
Dijo que en el pasado ya se han tenido oportunidades para realizar una reforma fiscal en México, pero los gobiernos anteriores y la clase política han decidido no hacerla. La oportunidad más reciente, aseguró, fue durante el inicio del gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador, pues el entonces mandatario tuvo mayoría en ambas cámaras del Congreso durante los primeros tres años de su administración.
Resaltó que, si nuevamente se elude la reforma en el sexenio que recién comienza de la presidenta Claudia Sheinbaum, en el que su partido Morena y aliados tienen prácticamente mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso, “definitivamente sería otra oportunidad perdida” para realizar los grandes cambios que necesita nuestro sistema fiscal.
“Creo que, aunque no lo dicen abiertamente, (en el nuevo gobierno) están muy conscientes de que no tienen dinero para cumplir con todas las promesas y las propuestas que tienen y que se van a ir viendo cambios a lo mejor pequeños. Lo ideal sería que (una reforma fiscal) se discutiera abiertamente y que fuera una reforma que no sucediera de un año a otro, sino que fuera de manera paulatina, planeada, con los objetivos bien planteados”, declaró Macías.
Cabe resaltar que la presidenta Claudia Sheinbaum ha descartado que vaya a realizar una reforma fiscal al menos al inicio de su administración y ha dicho que, en caso de que en algún punto del sexenio se determine llevarla a cabo, ésta se hará “por consenso”.
Por su parte, Diego Merla López, coordinador de justicia fiscal en la organización Oxfam México y quien también participó en el foro, dijo que una reforma fiscal en México tiene que atender las causas estructurales de la desigualdad en nuestro país y buscar la redistribución de los ingresos, pues, recordó, actualmente la persona más rica de México concentra tanta riqueza como la que tiene 50% más pobre.
Puntualizó que, por estas razones, la reforma fiscal que necesita México debe ser “progresiva”, es decir, que le cobre más impuestos a quienes mayores ingresos tienen y por otro lado que destine mayor gasto público a quienes menos tienen, pues actualmente las cosas no funcionan así en nuestro país.
“Hoy en día, aunque parezca que unos impuestos sí son progresivos; es decir, que sí le cobran más a quien tiene más capacidad de pago, en realidad no funcionan así, en parte porque hay muchas exenciones fiscales, dinero al que Hacienda decide renunciar sin una lógica clara detrás del porqué renuncias a esa recaudación y que benefician en mayor medida a las personas más ricas”, expresó el investigador de Oxfam.
Por su parte, José Luis Clavellina, director de investigación en el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), recordó durante su intervención en el foro que este 2024 las finanzas públicas del país cerrarán con el déficit fiscal más alto en tres décadas, de alrededor de 5.9% del Producto Interno Bruto (PIB).
“Ahora ese déficit que se espera alcance cerca de 6% del PIB este 2024 va a tener que reducirse para no generar problemas de endeudamiento hacia el futuro y se habla de un recorte a cerca de 3% del PIB para 2025, entonces eso más o menos implica un recorte (al gasto público) de 1 billón de pesos”, detalló.
El investigador de la organización México Evalúa y también panelista durante el foro, Jorge Cano aseguró que el problema de hacer un recorte al gasto público de esa magnitud es que se afectará al crecimiento económico del país, además de que podrá resultar en un deterioro de servicios públicos como la salud, la educación y la seguridad pública, pues se destinará un menor presupuesto a estos rubros.
Debido a esto, dijo, la alternativa ideal que se tiene es realizar una reforma fiscal en México que incluya revisiones a las tasas de Impuesto Sobre la Renta (ISR), que expanda la base gravable, que revise el cobro de impuestos a nivel local, todo esto con el fin de incrementar los ingresos públicos y de esta manera “evitar los recortes” y garantizar de mejor manera derechos a la población como la salud, la educación y la seguridad pública.
Entre los aspectos que tendría que considerar sí o sí en una reforma fiscal como la que necesita México y que fueron mencionados por los panelistas están: incrementar la base gravable, revisar las renuncias recaudatorias, revisar la manera en que se ejerce el gasto público, fortalecer la recaudación a nivel local, así como explorar la posibilidad de impuestos a la riqueza o a las herencias que actualmente no existen en nuestro país.
Una vez finalizado el foro de discusión y tras una sesión de preguntas de los estudiantes y reporteros de medios de comunicación presentes, los cuatro panelistas recibieron un reconocimiento de parte de las autoridades de la Septién por su participación en el evento.