Por: Adilene Lita

Hasta el año 2021 se tenía constancia de la existencia de 329 mercados públicos en la Ciudad de México, los cuales generaron alrededor de 280 mil puestos de trabajo. Estos centros están distribuidos en las 16 alcaldías de la capital y, debido a su papel crucial como centros de desarrollo económico, social y cultural, se plantea la necesidad de considerarlos como una prioridad en la agenda política.

La escasez de oportunidades laborales para aquellos que no han tenido la oportunidad de continuar con sus estudios o la falta de experiencia laboral dificulta su ingreso a empresas formales. En este contexto, emprender un negocio propio parece una opción más viable, aunque conlleva desafíos que a largo plazo afectan la estabilidad económica y los servicios de salud en el hogar.

Los compradores desempeñan un papel crucial al financiar estos pequeños sectores económicos, permitiendo al gobierno sostenerse. Sin embargo, la desconfianza en la calidad de los productos, derivada de la preferencia por cadenas comerciales reconocidas, obstaculiza este apoyo financiero.

El temor también ha influido, con incidentes recurrentes, en mercados del Estado de México que generan dudas sobre la seguridad de estos lugares. Al menos en la Ciudad de México los mercados tradicionales más conocidos que existen —los cuales desempeñan un papel crucial en la vida cotidiana de sus habitantes— son: La Merced, Jamaica, Coyoacán, San Juan y Sonora.

Estos mercados son lugares donde la gente puede comprar productos frescos, artesanías y otros bienes de manera directa, pero no sólo contribuyen significativamente a la economía local al proporcionar un espacio para pequeños comerciantes y productores locales, sino que los precios suelen ser más accesibles en comparación con las tiendas comerciales, lo que permite a personas de diversos niveles económicos adquirir una diversidad de productos.

Foto © Adilene Lita

Además, son lugares donde la gente se encuentra, interactúa, socializa y crea un sentido de pertenencia, pues en este tipo de comercios se ve reflejada la cultura e identidad local, por lo cual sus tradiciones y costumbres se han transmitido a lo largo del tiempo.

Los mercados, especialmente los públicos, son esenciales para la creación de empleo, brindando oportunidades laborales a diversos sectores, desde vendedores hasta personal de limpieza y seguridad. Funcionan como centros económicos al facilitar el intercambio de bienes y servicios, promoviendo así el crecimiento económico y la circulación de dinero en la comunidad.

La importancia de los mercados no sólo se limita a su impacto económico, sino también desempeña un papel fundamental en la preservación cultural, la cohesión social y la promoción de prácticas sostenibles para el bienestar general de la sociedad.