Abdulrazak Gurnah obtiene el Premio Nobel de Literatura 2021
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Palabra Digital

26 Oct, 2021
Abdulrazak Gurnah obtiene el Premio Nobel de Literatura por su “conmovedora descripción de los efectos del colonialismo”. Por: Valeria de Simone El escritor tanzano, refugiado en el Reino Unido desde finales de los sesenta, se alza con el máximo reconocimiento literario. Es el quinto africano distinguido por la Academia Sueca. Vida y Obra de Abdulrazad […]

Abdulrazak Gurnah obtiene el Premio Nobel de Literatura por su “conmovedora descripción de los efectos del colonialismo”.

Por: Valeria de Simone

El escritor tanzano, refugiado en el Reino Unido desde finales de los sesenta, se alza con el máximo reconocimiento literario. Es el quinto africano distinguido por la Academia Sueca.

Vida y Obra de Abdulrazad Gurnah

Empezó a escribir a los 21 años como un joven refugiado tanzano en Reino Unido.    

En Estocolmo se informó que el Premio Nobel de Literatura, dotado con 10 millones de coronas suecas (unos 985.000 euros), fue otorgado para el tanzano Abdulrazak Gurnah. 

“Por su conmovedora descripción de los efectos del colonialismo en África y de la suerte de los refugiados, en el abismo entre diferentes culturas y continentes”.

A los 73 años, recibió la llamada de la Academia Sueca para informarle que había obtenido el máximo galardón literario. Imagen: EFE/EPA

Trayectoria

Nacido en 1948 en Zanzíbar, Gurnah llegó a Reino Unido a finales de los años sesenta, tras salir de su país en un momento en que la minoría musulmana estaba siendo perseguida. Había estudiado en la Universidad Bayero Kano en Nigeria, y desde allí se trasladó a la Universidad de Kent en Canterbury, donde obtuvo su doctorado en 1982. 

Escribe en inglés y hasta la fecha ha publicado 10 novelas, como Paraíso (1994), nominada al Booker Prize y al Whitebread Prize; By the Sea (2001) y Desertion (2005). Sus últimos títulos, Gravel Heart (2017) y Afterlives (2020) recibieron el elogio de la crítica en Reino Unido.

Al español solo han sido traducidos tres de sus libros. El más reciente y todavía disponible es En la orilla (2003), la narración de la historia es sobre dos refugiados africanos en Reino Unido, que han dejado atrás Zanzíbar. Las otras dos novelas traducidas están editadas por el desaparecido sello El Aleph: Precario silencio (1998) y Paraíso (1997). Abdulrazak Gurnah ha desarrollado su carrera en el mundo anglosajón.

Abdulrazak Gurnah, en su casa de Canterbury (Reino Unido) Imagen: EFE/APA

Galardón

Ahora el premio Nobel cambia las cosas, y el galardón otorgado a Gurnah parece coincidir con la promesa que hizo la Academia Sueca —tras la intensa polémica que agitó al comité, las denuncias de abusos sexuales y filtraciones que llevó a su renovación— de ampliar sus horizontes geográficos.

De los 118 galardones entregados desde la creación del premio en 1901, en 95 ocasiones lo han recibido autores europeos o norteamericanos.

La brecha de género también ha sido notable: el Nobel de literatura ha distinguido a 102 hombres y 16 mujeres, —dos de ellas premiadas en los últimos años, en 2018, Olga Tokarczuk, y en 2020 Louise Glück—. Gurnah es el quinto africano que consigue el Nobel, después de Wole Soyinka (1986), Naguib Mahfouz (1988), Nadine Gordimer (1991) y J M Coetzee (2003). Información de El País. Ver más

Esta semana desde la Academia insistieron en que el “mérito literario” seguía siendo el criterio “único y absoluto” que guía al comité, pero tratar de abstraer el Nobel del contexto social y político del presente resulta siempre difícil. 

Zanzíbar

De vuelta al caso de Gurnah, el Nobel, como en otras ocasiones, presenta al gran público a un autor poco conocido. 

“Es un escritor que tampoco es tan conocido en Tanzania, cuesta encontrar sus libros allí, y, frente a otros como el keniano Ngũgĩ wa Thiong’o que escribe en kikuyu y tiene todo ese teatro social, Gurnah escribe en inglés y sus temas son otros”, explica el africanista Chema Caballero, cofundador de la colección Libros del Baobab. “Sus libros abordan las historias, por ejemplo, de los indios que se asentaron en el África Oriental y la colonia alemana en Zanzíbar”.

La mezcla cultural de África que Guhnar trata es uno de los puntos que el comité sueco destacó. Sin duda ahora se hablará de él como escritor tanzano, pero eso es solo parcialmente verdad. Su trabajo es profundamente zanzibarí, y muestra cómo esa increíble mezcla de culturas marca a unos personajes que nunca acaban de encontrar su hogar.

Así, uno de los conflictos recurrentes en sus libros es la tensión que experimenta un refugiado entre ser aceptado y rechazado, entre extrañar el hogar y sentir alivio por dejar atrás un régimen autocrático. 

“Imaginativamente estás dividido, espacialmente también; y esto no tiene por qué ser una tragedia, pero plantea problemas intelectuales y físicos”, explicaba el autor en 2017 en una entrevista en Financial Times.

Cultura colonizada

Gurnah ha indagado en la ambivalencia que genera la problemática y compleja herencia colonial. Ha hablado de la dificultad que implica relacionarse con ese legado y abrazar algunos aspectos sin perder otros, porque en lo más profundo se trata de un discurso que empequeñece la cultura colonizada. 

También ha escrito y editado ensayos sobre literatura poscolonial. En sus textos ha analizado el trabajo de otro Nobel, V.S. Naipul, y del eterno candidato al premio de la Academia, Salman Rushdie —sobre el que también ha publicado un libro introductorio a su trabajo, Companion to Salman Rushdie (Cambridge University Press, 2007)—. 

Pero quizá en las ficciones del Nobel 2021 lo que más resuena es ese exilio en Reino Unido del que escribió el Nobel sudafricano J M Coetzee, en Verano. Para muchos será el descubrimiento del año. 

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