El movimiento antivacunas más presente que nunca en nuestra sociedad
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Diálogos

2 May, 2022
“Los seguidores del movimiento le han adjudicado a las vacunaciones la responsabilidad de ser las causantes de múltiples enfermedades como cáncer, diabetes, afecciones neurológicas y autismo.”

Por: María Fernanda Antúnez

El movimiento antivacunas es considerado uno de los más grandes desplazamientos anticientíficos del siglo XXl. La mayoría de sus creencias se basan en testimonios anecdóticos no verificables y según Richard Carpiano, profesor de políticas públicas y sociología en Riverside, Universidad de California, surge del pronunciamiento donde se sugiere que para el bienestar lo mejor es lo natural o la nula intervención médica.

Actualmente vivimos en un contexto donde personas han comenzado a consumir alimentos orgánicos, beber agua alcalina y retomar el uso medicinal de las plantas como remedios sustitutos a los medicamentos; esto está mayormente infundado por una fobia donde se cree que al ingerir lo procesado o desarrollado en laboratorios traerá efectos secundarios a largo plazo. Si bien, existen investigaciones que efectivamente demuestran; algunos productos de consumo frecuente pueden ser perjudiciales para el cuerpo en grandes cantidades, esto no aplica en todos los casos y algunos temas de salud pública no son la excepción.

Los opositores de las vacunas presentan una gran desconfianza a la industria farmacéutica, afirmando cosas como: “Son veneno para el cuerpo”, “Nos inyectan agua”, “Nos quieren controlar por medio de ellas”, “Tienen efectos secundarios muy graves”, “El cuerpo solito puede, no se necesitan” y “Lo hacen por sacar dinero”, entre muchas tantas que se escuchan en las calles y se leen por medio de las redes sociales.

Foto: © María Fernanda Antúnez

Foto: © María Fernanda Antúnez

A raíz de la aparición del coronavirus que trajo como consecuencia, las creaciones y aplicaciones de distintas vacunas para Covid-19 como Pfizer, CanSino, AstraZeneca, Janssen y Sputnik, entre otras, los simpatizantes de este movimiento se han manifestado en contra de las inmunizaciones. Asimismo, sumaron a sus filas a más personas; en su mayoría a todos aquellos que consideran que es muy pronto para tener una solución a la afección causada por el virus SARS-CoV-2.

Respecto de la influencia del movimiento en la población, un artículo de The New Yorkerseñaló: “Ésta ha incrementado como consecuencia del uso de redes sociales y toda la información no veraz que se puede colocar ahí. Ya que se han encargado de descalificar a las vacunas recientemente creadas, esparciendo rumores de posibles efectos secundarios y secuelas a largo plazo.”

Esto debido a que en aplicaciones como Facebook, Instagram, Tik Tok, Twitter, entre otras, se han difundido videos de personas que afirman estar “magnetizadas”, tras recibir la inmunización del coronavirus. En dichas grabaciones, los individuos se acercan al brazo celulares, tenedores y cucharas para mostrar las presuntas afectaciones originadas por la vacuna.

Cabe destacar, un reporte realizado por el Centro para la Lucha contra el Odio Digital (CCDH, por su nombre en inglés), acusó a estas empresas de permitir y perpetuar acciones de intolerancia en contra de los avances científicos en materia de salud. Ya que, de acuerdo con estadísticas del informe, las redes sociales de los opositores de las vacunas, incrementaron su número de seguidores en al menos 7.8 millones desde 2020. Asimismo, 31 millones de personas a nivel mundial siguen grupos antivacunas en Facebook y 17 millones de usuarios se suscriben a cuentas similares en Youtube.

En nuestro país, este movimiento no tiene la misma fuerza que en otros como Estados Unidos; sin embargo, existen quienes comparten los mismos ideales y difunden su opinión en internet, como es el caso de Gloria y Gustavo; dos mexicanos que se negaron a recibir la inmunización de Pfizer otorgada por el gobierno desde el año pasado.

“Nadie nos puede obligar y mucho menos discriminar por no querer vacunarnos. Yo no me sentí segura de ponerme la inyección hasta no ver cuales son los resultados a largo plazo”,comentó la mujer de 50 años, mientras sostiene un cartel que hace alusión a la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la UNESCO. Dicho acuerdo plantea la no discriminación a aquellos individuos que se niegan a recibir vacunaciones.

Foto: © María Fernanda Antúnez

Foto: © María Fernanda Antúnez

Por su parte, Gustavo cita en su hoja el Código de Ética Médica, donde se especifica que nadie puede vacunarte sin tu consentimiento. Ambos mencionan que para cuidarse del Covid acatan todas las medidas de precaución, mantienen una buena alimentación con ejercicio regular, toman productos naturistas para fortalecer su sistema inmune y “vibran alto”, ya que aseguran, ésta es la mejor defensa ante el virus.

No obstante, existen aquellos quienes consideran que el movimiento anti vacunas difunde información errónea o desinformativa sobre las inmunizaciones y de la misma forma, intimida a personas que pretenden compartir información en pro de la vacunación.

Los seguidores del movimiento le han adjudicado a las vacunaciones la responsabilidad de ser las causantes de múltiples enfermedades como cáncer, diabetes, afecciones neurológicas y autismo. Hasta ahora, ninguna de las afirmaciones anteriores ha sido comprobada científicamente.

Aún así, se espera que todas aquellas personas que no están dispuestas a vacunarse contra la Covid-19 lo hagan, al verse forzadas indirectamente por una sociedad donde prácticamente ya es este un requisito indispensable para viajar, asistir a ciertos eventos e ingresar a lugares donde se registrará un gran aforo de gente.

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