Yukio Mishima, el autor más importante de Japón que terminó su vida en un gesto político, cultural y psicológico y estremeció a Japón y a la literatura oriental.
LOS INICIOS DE MISHIMA
Nació un 14 de enero de 1925, su nombre de nacimiento era Timitake Hiraoka. Es considerado uno de los más grandes escritores de Japón del siglo XX.
Sus obras se caracterizan por mezclar la estética moderna y el tradicionalismo japonés con enfoques en la sexualidad, la muerte y el cambio político.
A los 12 años, Mishima comenzó a escribir sus primeras historias. Fue candidato al Premio Nobel de Literatura en 1968.
Fundó el Tatenokai, un tipo de milicia privada creada con el fin de restaurar el poder del emperador
Su padre le prohibía escribir pero su madre era siempre la primera en leer cada una de las historias.
“A los adultos les gusta pretender que nuestros sentimientos no son tan grandes e importantes como los suyos; que somos demasiado jóvenes para saber lo que queremos” Yukio Mishima
LA LITERATURA DE MISHIMA
Confesiones de una máscara fue publicada en 1949, la narración en primera persona tiene connotaciones autobiográficas, nos cuenta las vivencias del protagonista desde su más tierna infancia y a través de la adolescencia.
Narra que vivió al lado de su abuela durmiendo en su misma habitación, “siempre cerrado y con el aire impregnado de los olores de la enfermedad y de la vejez”.
Kochan habla de su adolescencia y del despertar del sexo, momento en que adopta la costumbre de masturbarse con imágenes homosexuales y sádicas.
El protagonista se siente con una máscara, ocultando su esencia y tener que fingir constantemente, de ahí el titulo de la historia.
El rumor del oleaje, una historia de amor entre dos jóvenes que no pueden estar juntos por sus distintas clases sociales, con un toque de religión.
Una vida en venta, donde el protagonista tras un intento fallido de suicidio, el hombre decide poner su vida en venta donde clientes deciden usarlo para sus mas oscuros deseos.
Mishima era un poeta y tradicionalista que no soportaba ver cómo su mundo idealista y simbólico se venía abajo
EL SUICIDIO DE YUKIO MISHIMA
Yukio Mishima fue un enigma para su época, un hombre con un maravilloso talento pero incomprendido por su país y su familia, un hombre al que le faltaba mucho más para dar a la literatura y al mundo.
Hablar sobre la muerte de Mishima causa un poco de nostalgia.
Desde la terraza del cuartel Tokiota, daba un discurso exaltando la figura del Emperador Hirohito y pedía un regreso a las bases morales del país que el capitalismo estaba destruyendo, a través de un golpe de Estado.
Entre burlas y rechazo llevó a cabo una decisión que había tomado dos años atrás:
Seppuku, un suicidio ritual que era la forma más honrosa de morir cuando se había fallado en la misión más importante de la vida
Conocido como Harakiri, Mishima se clavó una daga y secortó de manera lateral por debajo de su ombligo, generando una muerte muy dolorosa, ya que sucede por desentrañamiento y no se toca ni un órgano vital.
Junto a él estaban cuatro soldados de su propia fuerza militar, la Tatenokai.
El segundo al mando, también eligió la muerte ritual, otro se encargó de ejecutar el kaishakunin en ambos, la decapitación del suicida durante su agonía.
Vivir para contarlo…
A los otros 3 milicianos se les había ordenado vivir, para que contaran a Japón y a la justicia los motivos de todo lo sucedido.
Su muerte más allá de ser un ritual, debe leerse como simbología y con la mentalidad y las situaciones en las que vivía durante su época.
Es un hombre lleno de misterio donde podemos entender su pensamiento, sus sentimientos y la manera mágica en la que escribía.
“SIN DUDA UN ESCRITOR QUE VALE LA PENA CADA SEGUNDO QUE INVERTIMOS AL LEER”