Por: Kenya Maigre

Una de las principales causas de muerte en mujeres mexicanas

El cáncer de mama es un tumor maligno que se origina en las células de la mama, entendiendo por tumor maligno un grupo de células que crecen de manera desordenada e independiente, que tiende a invadir los tejidos que lo rodean, así como órganos distantes (metástasis).

En 2020 fallecieron 7 mil 821 mujeres, y la tasa más alta de defunciones se registra en el grupo de edad de 60 años o más (49.08 por cada 100 mil mujeres de este grupo de edad), según datos de la Encuesta Intercensal 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Factores de riesgo

En relación a las causas que genera esta afección existen diversos factores que lo pueden provocar como son hereditarios, lo cual incluye el antecedente familiar de cáncer de mama, y mutaciones de los genes.

Los reproductivos, tales como el uso prolongado de anticonceptivos orales y terapias de sustitución hormonal, menstruación a edad temprana, la aparición tardía de la menopausia, el primer embarazo en edad madura, el acortamiento de la lactancia materna y no tener hijos.

Y por último, el estilo de vida, consumo de alcohol, sobrepeso u obesidad y la falta de actividad física.

IMAGEN: HOSPITAL ESPAÑOL

Detección temprana

El acceso al diagnóstico y tratamiento oportunos es una de las condiciones asociadas a la mortalidad y la diferencia en este acceso, podría explicar la disparidad en la mortalidad por cáncer de mama observada entre diferentes regiones en el mundo.

Además, resulta primordial sembrar entre la población una cultura de prevención, una detección temprana que podría disminuir la tasa de mortalidad por dicha enfermedad.

El médico de primer contacto, Luis Benito Sánchez Saavedra, considera que la población mexicana no cuenta con una cultura de prevención y por ello, los médicos también tienen un papel importante de promover e impulsar la misma.

Así como lo establece el artículo 47 de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, publicado en el Diario Oficial de la Federación, para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama.

A efecto de promover conductas saludables, organizar la detección, mejorar los procesos de diagnóstico y asegurar un tratamiento oportuno.

“Nuestro México tiene ese problema de no creer en la medicina preventiva, estamos más acostumbrados a la medicina curativa”

Asimismo, considera peligrosa la falsa creencia de que se debe comenzar a prevenir en una edad avanzada, ya que no hay una edad establecida para ser víctima de esta dolencia, y desde el inicio de desarrollo de la glándula mamaria hay que comenzar a advertir.

También, recordó la fomentación de una constante exploración; “Hay que saber orientar al paciente a como debe de explorarse, lo número uno es la exploración, cualquier dato que se encuentre distinto, una bolita, cambio de piel, retracción de pezón y secreción de algo distinto a leche, son indicadores malignos”, añadió Saavedra.

Cáncer de mama en los hombres 

Por último,  el médico Benito Sanchez, recalcó que pese a que dicha dolencia afecta mayormente al género femenino, los varones también pueden ser víctimas de este tumor maligno.

Al menos en 2020 registró la muerte de 58 hombres, y la prevención para este sector de la población es aún más precaria, por los estigmas sociales.

“Hay diversos factores que pueden desencadenar un cáncer de mama en un hombre pero la misma pena o las creencias sociales infundadas por el machismo y la desinformación, afectan directamente en la detección oportuna”

La batalla de una sobreviviente

Sandra Monroy de 36 años de edad, comunicóloga y periodista es una sobreviviente del cáncer de mama que tras un intenso proceso en su vida, lucha por incentivar e influenciar a otras mujeres a detectar a tiempo el cáncer y mostrar otra perspectiva de la misma, una “menos romantizada”,  como ella le llama.

Fue diagnosticada  tempranamente en marzo del año pasado, y la misma detección temprana aceleró su proceso para lograr llegar a una mastectomía bilateral que evitaría una expansión del cáncer.

Transformación que  en un principio fue un encuentro violento consigo misma pero que más tarde le haría tener otra perspectiva sobre su cuerpo.

IMAGEN: Sashenka Gutiérrez//EFE

Sandra es el rostro de la viral fotografía a cargo de la fotógrafa y amiga de Monroy, Sashenka Gutiérrez, una imagen contundente, impactante e incluso dolorosa, un instante derivado de un trabajo de acompañamiento íntimo y profesional que sólo Sashenka podría lograr.

“Yo a Sashe siempre la comparo como a una arquera, es una gran arquera y en este caso la flecha fui yo, pero no desde un lado melodramático, no desde un lado como castigo de ‘si no te tocas este es el resultado’, el mensaje es ‘a pesar de esto, estás viva’, ese es el verdadero mensaje”

Cuando a Sandra le informan que lo mejor es llevar a cabo una mastectomía bilateral como tratamiento, no había pensado inicialmente en una reconstrucción posterior, pues desde su perspectiva estética no encontraba nada malo en no poseer sus mamas, y pese a eso, se abrió a la posibilidad de llevarla a cabo.

“El cirujano me preguntó si nada más iba a ser la izquierda, y cuando le menciono que no, que serían ambas mamas,  él me responde ‘ah pues mejor aún porque mira, van a quedar super derechitas porque cuando tienden a ser una sí y una no, quedan chuecas’, como desde un aspecto de cosificación de mi cuerpo, como si estuviera en la salchichonería y a ver cuánto te llevas”, señala Sandra.

Desde dicha consulta comienza a cuestionarse realmente si debería someterse a una mastectomía por el valor que le estaba dando a una parte de su cuerpo, pero también el cómo se llevaría a cabo y cómo lo iba a recibir.

IMAGEN: Sashenka Gutiérrez//EFE

“No sólo era algo que sonaba doloroso, dependía del tratamiento que me iba a tocar y yo no me veía viviendo ese tratamiento y al mismo tiempo viendo si las chichis van bien o no. Después de tiempo entendí esa fórmula que no quería vivir; que si yo estaba teniendo esta enfermedad por qué tenía que ser yo la que me expusiera a más cuestiones médicas por una cuestión estética”, añade Monroy.

Jódete cáncer

Esto la llevó a impulsar una red de acompañamiento a través de su iniciativa “Jódete cáncer”. En su cuenta de Instagram que lleva el mismo nombre, comparte su proceso y, además de acompañar, busca empoderar a las mujeres “para enseñarles que hay más opciones de las que nos ponen”.

IMAGEN: Instagram | @jodetecancer

Sandra vio esta oportunidad de plasmar su reciente mastectomía a través de una fotografía, sí con el propósito de concientizar pero, más que nada como un empoderamiento sobre su cuerpo y sobre su decisión de no recurrir a una mastectomía por sentirse identificada como mujer en un contexto que considera misógino, machista y patriarcal.

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