¿Crees en los milagros? Pues el equipo de Hockey de Estados Unidos logró lo imposible venció al equipo más poderoso de hockey en Lake Placid 1980, la Unión Soviética.
Cuando se llevaron a cabo los Juegos Olímpicos de Invierno en Lake Placid, Nueva York en 1980, la rivalidad entre Estados Unidos y la URSS era más grande que nunca. Ambas naciones aprovecharon el hockey olímpico para utilizarlo como una herramienta de propaganda y demostrar su poder.
Por: Andrés Zimbrón
Una Guerra Fría que llegó a límites deportivos
Durante la década de 1980 la Unión Republicana Socialista Soviética (URSS) fueron los reyes absolutos de los Juegos Olímpicos de Invierno. De igual manera, en la edición de verano y en su propio territorio (Moscú) nadie pudo detenerlos.
Sin embargo, un pasaje deportivo muy importante durante ese espacio/tiempo fue “El milagro sobre hielo”. La rivalidad entre Estados Unidos y la Unión Soviética se libró en una carrera armamentista, carrera espacial, tecnológica y también deportiva.
Cuando se llevaron a cabo los Juegos Olímpicos de Invierno en Lake Placid, Nueva York en 1980, la rivalidad entre Estados Unidos y la URSS era más grande que nunca.
Ambas naciones aprovecharon el hockey olímpico para utilizarlo como una herramienta de propaganda y demostrar su poder.
Juegos Olímpicos de Invierno Calgary 1980, el momento de ambas escuadras para mostrar su poder
Previo a los XVII Juegos Olímpicos de Invierno, ambas escuadras se enfrentaron en un partido de exhibición en el Madison Square Garden de Nueva York. El avasallador marcador (10-3) fue un duro golpe para el joven equipo estadounidense y un envión anímico para el equipo soviético.
Es importante mencionar que el hockey sobre hielo es considerado deporte nacional en Estados Unidos y la URSS. Aunque la Unión Soviética se disolvió en 1991, en los países que conformaron la URSS (Rusia, Bielorrusia, Lituania, Ucrania) el hockey es muy practicado.
Bajo ese contexto, el hockey sobre hielo era la competencia más importante y donde los dos países buscaban el oro a como diera lugar. Por un lado, estaba el equipo soviético denominado “The Red Army”, quienes en las últimas cuatro ediciones conquistaron lo más alto del pódium.
La Armada Roja lo conquistó todo, gracias a su equipo conformado por estrellas de clase mundial, liderados por su gran portero Vladislav Tretiak. Con 27 victorias consecutivas, un empate y una derrota, hicieron su presentación en Lake Placid ganando cinco partidos al hilo, todos por goleada.
Un inicio amargo para el equipo de hockey de Estados Unidos
Por el contrario y con menos reflectores estaba el equipo de Estados Unidos, conformado únicamente por jugadores universitarios. La National Hockey League (NHL) en ese tiempo prohibía a los jugadores profesionales competir en los Juegos Olímpicos de Invierno.
El debut de Estados Unidos no fue el esperado tras empatar a 2 tantos contra Suecia. No obstante, gracias a cuatro triunfos consecutivos, los anfitriones accedieron a la fase final del campeonato.
Contrastes en ambos equipos
Tanto Estados Unidos como la Unión Soviética venían de dos fases totalmente distintas, el equipo soviético barrió la ronda en fase de grupos. Mientras tanto, Estados Unidos se limitó en todos sus partidos a remar contra corriente remontando todos sus partidos.
Sin embargo, las dos escuadras tenían una vez más una cita con la historia, esta vez para llegar al partido por el oro.
Hay que mencionar que el hockey olímpico no se juega por eliminación directa y se hace por una especie de round robin.
Es decir, un sistema de juego de todos contra todos en playoffs, después se juega un partido a muerte súbita posterior al round robin. Al inicio del partido, los embates soviéticos eran detenidos por el portero estadounidense Jim Craig, quien tuvo un partido excepcional.
Pero no fue suficiente, pues los soviéticos se fueron arriba tres veces en el marcador. Estados Unidos pudo sobrevivir los embates y respondió con goles increíbles, uno de ellos desde 15 metros de la mano de Buzz Schneider.
Milagro sobre el hielo
Aunado a ello, los goles de último minuto marcaron la diferencia, Dave Christian y Mark Johnson fueron los responsables de empatar el marcador. Pero el milagro sucedió cuando segundos antes de la jugada de poder, Mike Eruzione marcó el tanto que les daba la victoria. Los minutos restantes del tercer periodo fueron de auténtico alarido, nadie en el Centro Olímpico de Lake Placid daba crédito a lo que estaba viendo. La Unión Soviética estaba siendo derrotada sobre el hielo por un joven e inexperto equipo estadounidense.
Faltando 10 segundos, todo el estadio comenzó una cuenta regresiva tomando por asalto al equipo que logró 67 goles a favor y solo 19 en contra. Ante todo pronóstico, Estados Unidos convirtió en una realidad aquel pasaje bíblico de David contra Goliat.
Después de 42 años, para muchos estadounidenses “El milagro sobre hielo” es el logro deportivo más importante del siglo XX para su país. Sports Illustrated describió el triunfo como un “momento único e indeleble de la historia del deporte en Estados Unidos”.
La batalla continúa
Mientras tanto, el equipo de la Unión Soviética a pesar de reconocer su derrota, señalaron que esa noche fue una pesadilla. Al otro día de la derrota, las portadas de los medios impresos soviéticos tildaron de vergüenza nacional el acontecimiento deportivo.
La URSS mantuvo su gran nivel en hockey sobre hielo hasta su última participación en Calgary 1988 donde consiguieron la medalla de oro. Sin embargo, aquel 22 de febrero de 1980 quedará marcado en la historia de los Juegos Olímpicos por el marco histórico de ambas potencias.
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