De CAME a Ci Banco: las omisiones de la CNBV afectan a millones de ahorradores
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Diálogos

3 Nov, 2025
Según información pública, hasta el cierre de 2024, CAME acumulaba una deuda de 2 mil 679 millones de pesos y reportaba pérdidas anuales de 427 millones de pesos.

Reportaje

En los últimos 10 años, México ha visto un crecimiento sostenido de instituciones financieras no tradicionales como Nu Banco, Klar, Didi Préstamos, Finsus, Mercado Pago, entre otras. Sin embargo, la falta de regulación de éstas y otras entidades ha abierto la puerta a malas prácticas, organismos apócrifos y estafas, dejando a millones de ahorradores en riesgo de perder sus patrimonios.

El caso más reciente, la quiebra de CAME, una Sociedad Financiera Popular (Sofipo) que dejó a más de un millón de personas sin acceso a sus ahorros de forma inmediata, pues el seguro que se suponía protegía sus fondos sólo cubría un equivalente a 211 mil pesos por ahorrador, dejando en evidencia las debilidades del sistema financiero mexicano para proteger a sus usuarios.

La historia de estas entidades se remonta a finales de 2009: llegaron al mercado mexicano con el objetivo de mejorar la inclusión financiera en los sectores más vulnerables de la población, especialmente aquellos en zonas alejadas de centros urbanos, pues su funcionamiento se basa en un enfoque comunitario con procesos simplificados.

Con este modelo cooperativo, ofrecen a sus clientes productos que la banca tradicional sólo otorga a personas con mayores recursos económicos, como cuentas de ahorro, créditos personales y grupales, e inversiones no riesgosas, bajo la regulación de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

Así, las Sofipos se han posicionado como las entidades financieras preferidas de los mexicanos. De acuerdo con la CNBV existen 36 de estas instituciones, de las cuales 34 están autorizadas y en operación, con más de 25.2 millones de clientes en el país.

Al cierre del primer trimestre del año, captaron 165 mil 364 millones de pesos en recursos, lo que equivaldría a construir aproximadamente dos aeropuertos como el Felipe Ángeles (AIFA).

Al respecto, Ana María Arias, presidenta de la Comisión Nacional de Negocios y Financiamiento de Coparmex, explica que el rápido avance de las Sofipos se debe a que brindan acceso a crédito y servicios financieros que los bancos tradicionales no pueden ofrecer por sus estrictos requisitos.

“A diferencia de las instituciones bancarias convencionales, que suelen contar con procesos largos y complicados, las Sofipos ofrecen una alternativa más rápida, flexible y, lo más importante, accesible”, añadió.

El costo de la omisión

A pesar de esta aparente bonanza en el sector y de los beneficios que estas entidades pueden ofrecer a la población popular, desde hace años, se han registrado casos en los que estas Sociedades enfrentan problemas financieros que las llevan a la quiebra, dejando a millones de ahorradores sin sus patrimonios, y todo a la vista de las autoridades reguladoras.

De acuerdo con Álvaro Vértiz, director del capítulo mexicano de Dentons Global Advisors, una Sofipo quiebra cuando su modelo de negocio ya no es viable y se vuelve incapaz de seguir operando debido a factores como falta de un plan estratégico o una mala gestión.

En México, estas entidades no pueden declararse en quiebra instantáneamente, sino que deben de ser intervenidas por las autoridades regulatorias para evitar un mayor deterioro. 

El último caso conocido fue el de la Sofipo Consejo de Asistencia al Microemprendedor (CAME): las señales de que algo no andaba bien con esta entidad empezaron desde 2024, cuando la empresa bajó su nivel de capitalización, o sea, tenía menos recursos propios para respaldar sus operaciones y cumplir con sus obligaciones financieras, pero ningún funcionario de la CNBV alertó sobre esto.

Según información pública, hasta el cierre del año pasado la financiera acumulaba una deuda de 2 mil 679 millones de pesos y reportaba pérdidas anuales de 427 millones de pesos.

Foto © UNAM

La falta de atención del organismo regulador, a cargo de Jesús de la Fuente, provocó que, entre marzo y abril pasados, más de 1.3 millones de ahorradores de CAME perdieran el acceso a su dinero de un día para otro

Dos meses después, el 13 de junio de este año, la CNBV acordó la intervención general de CAME, para suspender sus operaciones y poder comenzar a aplicar acciones para proteger a los ahorradores, dentro de las que se contempló realizar el pago de un fondo de protección de hasta 211 mil pesos por cuentahabiente. 

De acuerdo con los lineamientos de la Comisión para la aplicación del fondo de protección, si una persona tenía más dinero que lo que puede cubrir el seguro, deberá esperar a la liquidación de activos de la Sofipo, y será hasta después de que la entidad cubra otras obligaciones, que el ahorrador podrá recuperar sus recursos.

En el caso de los clientes con créditos, su deuda podría ser comprada por otra entidad, y esta será la encargada de cobrarla.

Otro caso reciente fue el de Financiera Auxi, que recibió 16 sanciones por un monto total de 3.29 millones de pesos por incumplimiento de requerimientos de capitalización; es decir, contar con menos recursos para solventar sus obligaciones. Estos problemas orillaron a la CNBV a revocarle la autorización para operar el 15 de enero de este año, por lo que entró en un proceso de disolución y liquidación.

A estas instituciones, se sumó Multiplica México, que recibió sanciones por 3.13 millones de pesos, bajo el argumento de que la Sociedad incumplió lineamientos de prevención de lavado de dinero.

En este contexto, Héctor Magaña, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, afirmó que las leyes que rigen a este tipo de entidades han quedado desactualizadas ante actores más grandes.

“Tendría que actualizarse en materia de requerir mayores colchones de capital en caso de que se llegara a algún incumplimiento. Debe haber mayor prudencia en requerimientos de capital y también buscar una amplitud en la cobertura del seguro”, dijo 

Pese a estos evidentes problemas dentro del sector, al menos hasta marzo de este año, 25.27 millones de personas invirtieron, ahorraron y solicitaron créditos en estas entidades financieras, muchos, sin tener conocimiento sobre la existencia y limitaciones de los seguros de protección.

En este sentido, Magaña enfatizó que “la parte regulatoria debe hacer su tarea, pero también las personas tienen que informarse (…) aquellos que decidan invertir montos por encima del seguro, sepan a qué se están arriesgando”.

Entre innovación, quejas y abusos

El sector de las Sofipos y los problemas que carga evidencian un mal trabajo por parte de los organismos reguladores mexicanos. Estos factores negativos también se suman a la proliferación de otro tipo de entidades: las instituciones de tecnología financiera, también conocidas como fintech

Este rubro incluye bancos 100 por ciento digitales, aplicaciones de pago, plataformas de crédito en línea y Sofipos, atrayendo millones de usuarios con la promesa de servicios más rápidos, flexibles y accesibles. No obstante, muchas operan bajo marcos regulatorios incipientes, lo que las convierte en terreno fértil para prácticas poco transparentes, cobros abusivos, manejo opaco de datos personales e incluso, esquemas fraudulentos que dejan a los usuarios sin mecanismos claros de defensa.

En México, las más utilizadas son: Nu Banco, Mercado Pago, Klar, Stori, Albo, Konfío, Kueski, Spin, Credijusto, Clip y Conekta, las cuales abarcan servicios que van desde la emisión de tarjetas y financiamiento, hasta pagos electrónicos y créditos exprés.

En este sentido, Álvaro Vértiz, enfatizó que “el sector fintech es muy grande y tiene varios participantes, algunos que cumplen con la regulación y otros que abusan de sus usuarios”.

La declaración del experto se alinea con los datos de la Conducef, pues de acuerdo con el organismo, durante el último trimestre de 2024, el sector Fintech registró un total de mil 201 quejas.

El regulador detalló que, en el caso de plataformas de crédito, recibió quejas por amenazar, ofender o intimidar a familiares y compañeros de trabajo de los deudores, e incluso reclamos por evidenciarlo públicamente mediante redes sociales, medios de difusión masiva, cartelones o anuncios.

Mercado Pago lideró el número de quejas dentro del sector, con el 48 por ciento de las reclamaciones recibidas por la Conducef, en su mayoría, relacionadas con cargos no reconocidos, cancelaciones de servicios, envíos o retiros no reconocidos, tal como le sucedió a Samuel Elver Santiago, un joven que mediante redes sociales denunció a la plataforma por desviar su dinero.

De acuerdo con su testimonio, él decidió ingresar dinero a su cuenta de Mercado Pago, pero el monto nunca se reflejó en la aplicación, sino que inmediatamente fue retirado por la empresa, bajo el argumento de había otra cuenta a su nombre en la que tenía un adeudo. 

“Decidí ingresar dinero a Mercado Pago, cuando de repente noto que el dinero desaparece (…) dejo pasar cinco minutos, vuelvo a revisar y me doy cuenta de que ese dinero fue desviado hacia una cuenta ajena con el argumento de que yo debía una cantidad fuerte en otra cuenta que estaba a mi nombre”, denunció.

Inmediatamente se puso en contacto con los asesores de la plataforma, pues la cuenta en la que supuestamente debía dinero no estaba a su nombre, ni coincidía con ninguno de sus datos personales, sin embargo, el asesor le dijo que aun así todos los recursos que ingresara se destinarían inmediatamente al pago de esa deuda.

Casos como el suyo no son aislados. En redes sociales abundan testimonios de usuarios que señalan bloqueos arbitrarios, retenciones injustificadas de fondos y nula transparencia en los procesos de aclaración. Esto evidencia que, aunque las fintech han logrado posicionarse como una alternativa moderna a la banca tradicional, su rápida expansión ha superado la capacidad de supervisión efectiva por parte de las autoridades financieras mexicanas.

Foto © Xataka México

Estafas sofisticadas

Sumado a este panorama en extremo negativo, hay otro sector que se le ha escapado de las manos tanto a la Condusef y CNBV como a la justicia mexicana: las plataformas apócrifas de inversión.

Estas entidades fraudulentas han proliferado en línea, utilizando tácticas como la suplantación de identidad mediante inteligencia artificial, con el fin de engañar a la población que desea invertir sus ahorros y hacer crecer su dinero.

Por ejemplo, se han detectado casos en los que videos de figuras públicas como Claudia Sheinbaum, Carlos Slim o Arturo Elías Ayub han sido manipulados digitalmente para promover falsas oportunidades de inversión en empresas como Pemex o en esquemas que supuestamente dejan grandes ganancias.

Recientemente la Policía Cibernética de la Ciudad de México emitió alertas sobre el aumento de aplicaciones y plataformas falsas de inversión que operan bajo una apariencia profesional y utilizan estrategias de publicidad engañosa para defraudar a los usuarios. Estas plataformas suelen ofrecer rendimientos extraordinarios sin respaldo legal, lo que las convierte en un riesgo significativo para los ahorradores.

Bajo estos esquemas de estafa, un hombre identificado como José, denunció que perdió la herencia que su madre le había dejado. De acuerdo con su testimonio, el primer contacto con los delincuentes fue mediante redes sociales, donde suplantaban a expertos financieros. Sin darse cuenta de que era una cuenta falsa, proporcionó información personal y fue dirigido a otras páginas hasta llegar a un chat de WhatsApp en el que le indicaron que podía comenzar a invertir 10 mil pesos.

Retiró sus primeras ganancias y eso le dio confianza para seguir invirtiendo hasta que decidió aportar la herencia de su madre, que superaba el millón de pesos.

Cuando quiso retirar sus ganancias, le dijeron que debía completar una operación por más de dos millones de pesos para poder hacerlo, y hasta ese momento se dio cuenta de que había perdido todo su dinero.

“Al momento de que tú llegas a generar ese depósito, pues sí vas a ver reflejado tu ganancia. Para cuando tú vayas generando más y más depósitos es cuando tú ya tienes esa pérdida, la pérdida de tu dinero”, relató.

Cuando solicitó ayuda a las autoridades, en este caso, a la Policía Cibernética de la CDMX, le dijeron que las posibilidades de recuperar su dinero eran nulas.

Banca tradicional, sin nada que ofrecer

Con este panorama en el sector financiero, pareciera que las instituciones bancarias convencionales son la opción más segura, pero también se han visto involucradas en escándalos que afectan directamente a los ahorradores.

Recientemente, los clientes de Ci Banco e Intercam experimentaron restricciones en operaciones internacionales, especialmente en aquellas que involucraban transacciones con instituciones estadounidenses.

Esto derivó de una sanción impuesta por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, pues como resultado de una investigación determinó que Ci Banco e Intercam, además de la casa de bolsa Vector, presuntamente facilitaron transacciones ilícitas en beneficio de grupos del crimen organizado.

Todo esto ocurrió sin que la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) detectara irregularidades a tiempo, evidenciando la falta de mecanismos de supervisión efectivos para prevenir operaciones de este tipo.

En entrevista, Michel Levien González, especialista en antilavado y anticorrupción, comentó que la acusación del Tesoro giró en torno a que los bancos actuaron deliberadamente y en conjunto con el crimen organizado para realizar actividades de lavado.

En este sentido, consideró necesario que tanto las autoridades mexicanas como estadounidenses investiguen a cada una de las entidades acusadas y a las personas que trabajan en ellas, como directivos, pues por sus manos pudo haber pasado una decisión relacionada con actividades ilícitas.

Con respecto al panorama financiero nacional, enfatizó que las instituciones de banca deben analizar su cultura organizacional, así como a sus empleados. “Quienes pongan en la alta dirección, más vale que sean personas honorables, que tengan ética, valores, que sean impecables (…) Que no nada más lo hagan de buenas intenciones, sino que conozcan la técnica, leyes, etcétera… Si yo fuera accionista de estos bancos, estaría pensando en eso, para que no se conviertan en un cascarón que solamente trae adentro un permiso de banca, porque eso sí sería muy malo para el sistema financiero”, dijo.

Con respecto a los cuentahabientes, subrayó que si bien muchas veces “escogemos (a los bancos) pensando en conveniencia y ventaja, ahora toca agregarle más trabajo a eso”, por lo que recomendó a los ahorradores dividir sus recursos en diferentes instituciones e instrumentos”, así como “hacer investigación sobre la reputación de los bancos y de las personas que trabajan en ellos”.

Foto © Expansión

Sentenció que, desde el Gobierno, deben robustecer a los organismos reguladores, para poder garantizar la correcta operación de estas instituciones y así proteger al consumidor, al público inversionista y a los ahorradores.

Si las autoridades logran aprender de los errores recientes, hacia el futuro podría haber oportunidad de construir un sistema financiero más transparente y robusto, donde la innovación sirva al usuario y no a quienes buscan aprovecharse de su confianza.

Fuentes:

-CNBV.

-Condusef.

-Voces expertas: Álvaro Vértiz (Dentons Global Advisors), Héctor Magaña (Cien, Tecnológico de Monterrey).

-Entrevista: Michel Levien González, Especialista en antilavado y anticorrupción.

-Casos documentados: Came, Financiera Auxi, Multiplica México, Ci Banco.

-Testimonios de usuarios afectados.

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