Presentación del libro “Clave 11. Diario de un fotógrafo de nota roja” en la Septién
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Diálogos

26 Sep, 2025
Rafael Durán, conocido en redes sociales como “El Señor Click”, conversó con estudiantes de la Escuela de Periodismo sobre la fotografía de nota roja.

El fotoperiodista Rafael Durán presentó ante la comunidad estudiantil de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García su libro “Clave 11. Diario de un fotógrafo de nota roja”, el 23 de septiembre, en el auditorio Alejandro Avilés, acompañado de Belén Kemchs, docente de esta casa de estudios.

Originario de los “barrios de Puebla”, Rafael Durán es un fotoperiodista documental o, como él se considera, “un contador de historias” en el rubro de la nota roja. En su trayectoria laboral trabajó para distintos medios, pero sus comienzos como fotógrafo fueron en bautizos, bodas y comuniones.

En su libro, a través de testimonios personales, relata la violencia que ha retratado a lo largo de 30 años, mostrando la resistencia, la vida en los barrios y los márgenes, para compartir el día a día de un fotógrafo que convive con la muerte como trabajo. “El libro viene desde la autocrítica y la reflexión hacia los medios y a los fotógrafos”, afirmó.

Su enfoque es lo social y lo humano, por ejemplo: los barrios populares y las zonas rurales de México. Asimismo, es fundador de “La Casa Click”, en donde se realiza trabajo comunitario para incentivar a la educación con el objetivo de que “las infancias vivan una vida libre de violencia”.

Rafael Durán compartió con los estudiantes el contenido de su libro que se basa en doce capítulos, correspondientes a los doce meses del año, a través de testimonios con una dosis de ficción, narra historias y experiencias del autor como fotógrafo de nota roja y del ser humano que hay detrás, guiando a una mirada de la violenta realidad de México.

El fotoperiodista eligió el título haciendo alusión a la clave que usan los paramédicos de Cruz Roja para fotógrafos de prensa. Además, relató que la portada es una imagen de él cuando era joven, jugando con las placas en las oficinas donde presentaban a los detenidos.

Por otro lado, habló de los personajes que se encuentran en la narración, como el editor, la reportera, el soplón, y la “pinche flaca”, a quienes describe como las personas que salvan, cuidan y limpian las lágrimas del fotógrafo.

Rafael Durán y Belén Kemchs. Foto © Eder Morales

También contó que el libro nació como un ejercicio de catarsis, de la autocrítica y la autorreflexión, ya que compartió los obstáculos emocionales que enfrentó al trabajar tan de cerca con sucesos que de alguna manera u otra lo dejaron marcado, pues describe lo doloroso que fue salir a las calles a fotografiar muertos y accidentes para ganar portadas, y al mismo tiempo perder un trozo del alma y a su familia, lo que lo llevó a autoexiliarse, además darle un final a su historia en la nota roja.

“No puedo presumir de buenas fotos, no me parece bueno mi trabajo, me parece importante, pero realmente el trabajo que yo hice duele y te deja marcado”, enfatizó al explicar que su texto no contiene fotografías, pues no romantiza las ‘grandes fotos’.

“El periodismo no necesita de héroes”, aseguró Rafael Durán ante preguntas del público sobre la censura y autocensura que se vive en medios mexicanos, pues desde sus experiencias comentó: “¿Ustedes creen que me autocensure? Claro que sí y gracias a eso, estoy aquí y puedo compartir con ustedes (…) No hay una foto que valga la vida ni un medio que la merezca”, dijo al finalizar la presentación.

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