Por Andrea García Ruiz
Sandra Cuevas confirmó que su relación con Alejandro ‘N’, alias “El Choko”, presunto líder de La Chokiza, fue breve y que ya no existe ningún vínculo entre ellos.
La exalcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, decidió poner fin a las especulaciones sobre su presunta relación con Alejandro ‘N’, conocido como “El Choko”, presunto líder del grupo delictivo La Chokiza.
En una conferencia de prensa, la política habló por primera vez sobre el vínculo que la unió con Alejandro, aclarando que fue algo breve y que ya no existe relación entre ellos. “Fue algo efímero, como todas las relaciones que he tenido durante los últimos tres años. A mediados de agosto ya tenía yo otra pareja”, declaró Cuevas frente a medios de comunicación.
Imágenes filtradas desataron la polémica
Las declaraciones surgen después de que el periodista Carlos Jiménez (C4 Jiménez) difundiera imágenes en las que se ve a la pareja bailando, asistiendo a conciertos, besándose e incluso inaugurando la galería de arte de la exalcaldesa.
El material generó controversia y revuelo en redes sociales, pues Alejandro ‘N’ enfrenta acusaciones por extorsión, homicidio y despojo de propiedades. Sandra Cuevas enfatizó que la relación duró apenas dos meses y que su vida personal no debe mezclarse con su carrera política.
¿Quién es La Chokiza?
El grupo delictivo La Chokiza opera principalmente en Ecatepec, Estado de México, y fue fundado por Alejandro Gilmare Mendoza.
De acuerdo con las autoridades, se les acusa de extorsión, homicidio, narcomenudeo y secuestro exprés. Sin embargo, el grupo también se ha presentado como una especie de organización social que busca “defender” a comerciantes y vecinos frente a los abusos policiales.
En varias ocasiones, miembros de La Chokiza han entregado alimentos, juguetes y hasta sillas de ruedas a familias en situación vulnerable, lo que les ha permitido ganar cierto apoyo en comunidades donde operan.
Sandra Cuevas marca distancia
Cuevas insistió en que su relación con “El Choko” fue pasajera y que actualmente no tiene ningún tipo de vínculo con él. “Dos meses después inició el coqueteo, coincidimos no más de 10 veces”, afirmó.
El caso sigue generando debate, pues algunos críticos cuestionan el tipo de relaciones que figuras políticas mantienen con personas investigadas por la justicia.
