Por Santiago Figueroa
Harvard volvió a encender el debate sobre la posibilidad de vida extraterrestre tras revelar que un objeto interestelar, detectado en el sistema solar, podría ser evidencia de una civilización avanzada. Se trata del 3I ATLAS, el tercer cuerpo de este tipo registrado en la historia por la NASA y que, aunque oficialmente está clasificado como cometa, despierta dudas entre especialistas.
El profesor Avi Loeb, uno de los astrofísicos más reconocidos de la Universidad de Harvard, sostiene que las características del 3I ATLAS no encajan del todo con las de un cometa convencional. De acuerdo con sus observaciones, el tamaño, la trayectoria y la forma en que el objeto refleja la luz podrían sugerir que no es un fenómeno natural, sino una posible sonda enviada por una civilización extraterrestre.
El argumento más contundente que presenta Loeb es la ruta que sigue el objeto. Según los cálculos, el 3I ATLAS pasará cerca de Venus, Júpiter y Marte este otoño, algo que difícilmente ocurriría por azar. Para un cometa común, la probabilidad de cruzar con tanta precisión cerca de cuatro planetas es menor a 1%, lo que alimenta la hipótesis de que su curso podría estar determinado de manera intencional.
No obstante, la comunidad científica se mantiene cautelosa. Si bien la NASA confirmó que se trata de un cuerpo interestelar –es decir, proveniente de fuera del sistema solar–, no todos comparten la teoría de Loeb. Para muchos astrónomos, el brillo cambiante y el desplazamiento del 3I ATLAS pueden explicarse mediante fenómenos físicos conocidos, como la expulsión de gases que alteran su movimiento.
Aun así, el hallazgo cobra relevancia porque es apenas el tercer objeto interestelar detectado en la historia moderna. Antes de él, se registraron dos casos: el cometa interestelar Borisov y el famoso ‘Oumuamua, descubierto en 2017. Precisamente este último ya había sido motivo de controversia, pues el mismo profesor Avi Loeb propuso que no era un cometa ni un asteroide, sino un artefacto extraterrestre diseñado para explorar sistemas estelares.
La comparación no es casual: en 2022, Loeb insistió en que ‘Oumuamua tenía un comportamiento atípico al acelerar de manera inexplicable al alejarse del Sol, sin que existiera una explicación clara. Ahora, con 3I ATLAS, el académico encuentra similitudes que, a su juicio, no deben ser ignoradas.
De confirmarse que este objeto es de origen artificial, se trataría del primer contacto indirecto con tecnología alienígena en la historia de la humanidad. Sin embargo, Loeb reconoce que el 3I ATLAS pronto dejará de ser observable desde la Tierra, lo que complica obtener pruebas concluyentes. Su paso fugaz por el sistema solar representa tanto una oportunidad como un desafío para la astronomía moderna.