Por Santiago Figueroa
Las vueltas que da la vida en el futbol pueden ser tan rápidas como inesperadas. Hace apenas unos años, Román “Mozumbito” Martínez era considerado una de las grandes promesas del Club América. Con apenas 17 años, muchos lo veían como el futuro goleador del equipo. Tenía talento, juventud y toda una carrera por delante. Todo apuntaba a que pronto estaría brillando en la cancha del Estadio Azteca, anotando goles y ganándose el cariño de la afición azulcrema.
Pero el futbol, como la vida, es incierto. Hoy, el nombre de Mozumbito vuelve a sonar, pero no por sus goles ni por sus jugadas, sino por una historia que ha sorprendido a muchos y que refleja lo difícil que es mantenerse en la élite si no hay disciplina y constancia.
Después de no cumplir con las expectativas en el primer equipo del América, el club decidió cederlo a préstamo a la Jaiba Brava, equipo que juega en la Liga de Expansión. Ahí tenía una nueva oportunidad de demostrar su calidad, de recuperar confianza y de relanzar su carrera. Sin embargo, lejos de aprovechar ese momento, surgieron problemas de indisciplina que terminaron por alejarlo no sólo de ese equipo, sino del futbol profesional.
Lo más reciente que se sabe de Román Martínez es gracias a una publicación viral en redes sociales. En ella se le ve vistiendo los colores de un equipo amateur llamado Acapulco, que participa en la New Orleans Cup, un torneo que se realiza en Estados Unidos. A sus 21 años, el delantero que un día fue llamado a ser la nueva figura del América, ahora juega en canchas lejos del profesionalismo.
Este giro en su vida futbolística ha dejado muchas reflexiones. Una de las más duras es que, hasta ahora, Mozumbito no logró anotar ni un solo gol como jugador profesional. Ni con América ni con la Jaiba Brava pudo estrenarse en el marcador. Y aunque no ha anunciado su retiro oficial del futbol, el hecho de que esté participando en torneos amateurs hace pensar que su carrera en el alto nivel podría haber terminado, al menos por el momento.
La historia de Román Martínez es un recordatorio claro para todos los jóvenes futbolistas: el talento por sí sólo no es suficiente. En el futbol profesional, es necesario también tener disciplina, trabajar todos los días con humildad, y saber aprovechar cada oportunidad. Muchos llegan, pocos se mantienen.
Mozumbito es un caso que genera tristeza, porque tenía las condiciones para triunfar. Sin embargo, no logró consolidarse. Quizás en un futuro pueda retomar el rumbo, porque a sus 21 años todavía tiene tiempo, pero el camino será cuesta arriba.
Esta historia también habla de cómo las redes sociales nos permiten enterarnos de lo que antes pasaba desapercibido. Gracias a un video en internet, hoy sabemos dónde está Mozumbito y qué hace. Eso permite que su caso se analice, se discuta y sirva de lección.
El futbol mexicano necesita más ejemplos de éxito, pero también es importante contar las historias que no terminan bien, para que otros jóvenes aprendan y no repitan los mismos errores.