Por Elizabeth Santiago
La catedral parisina Notre Dame está lista para dar la bienvenida a los visitantes. Con el esfuerzo de más de mil 300 personas se lograron construir el aspecto interior y exterior con mejoras estructurales, uno de los trabajos de restauración más importantes hasta la fecha. Esto ocurrió tras el incendio del 15 de abril de 2019, donde el espacio arquitectónico sufrió considerables daños en el tejado y aguja de la catedral; según los diferentes testimonios de bomberos, el accidente se pudo ocasionar por trabajos de restauración que se efectuaron durante esas fechas.
La apertura pública del edificio se llevó a cabo en diciembre pasado y el presidente francés, Emanuel Macro, expresó: “La conmoción de la reapertura fue tan fuerte como la del incendio, pero es una conmoción de esperanza.”
El incendio de Notre Dame
Sin embargo, ésta no es la primera ocasión que se reacondiciona el edificio. La misma aguja que sufrió daños es una recreación de la original que, en un principio era de piedra y madera, en la intervención de 1786 se utilizó roble recubierto de plomo.
Por ello, en 2018, después de una apelación de emergencia en la que se especificó que se necesitaba mantenimiento y restauración, comenzaron los planes de intervenir la catedral.
Lamentablemente, durante la misa de la tarde del 15 de abril de 2019, las alarmas de incendio se activaron y los guardias de seguridad comenzaron a evacuar el recinto. A este accidente acudieron cerca de 400 bomberos de los cuales, según un portavoz de ellos, un bombero y dos policías resultaron heridos.
Los esfuerzos por controlar el fuego llevaron a la posibilidad de lanzar agua desde un helicóptero o un avión cisterna, pero la Sécurité Civile descartó la idea para no debilitar la estructura de la catedral ni causar daños a los edificios circundantes. En la madrugada del siguiente día, a nueve horas de iniciar el incendio, se dio por extinguido.
El periodista Nicolas Delesall, en un recuento de daños, informó que las obras de arte y reliquias estaban intactas, entre ellas: la corona de espinas que Jesús supuestamente usó antes de su crucifixión; un pedazo de la cruz en la que fue clavado; la estatua de la Virgen de París; las estatuas de bronce de los 12 apóstoles, así como la Túnica de San Luis.
¿Un falso mérito político?
A pesar de todo, la reapertura ha sido criticada por los diferentes detractores de Macron y se ha comenzado a especular si abrir la catedral fue más simbólico que sustancial. Y es que, el mismo presidente francés, hizo la promesa de tener la catedral completa en cinco años. “Reconstruiremos la catedral para que sea aún más hermosa, y quiero que se complete en cinco años”, dijo al día siguiente de apagar el incendio.
El andamiaje en la base de la aguja sigue colocada y, según The Associated Press, esto seguirá hasta 2025 y durante otros tres años. Ante esto, la población parisina se encuentra desconcertada por lo que se muestra en el exterior, ya que aún quedan alrededor de 140 millones de euros sin gastar del presupuesto asignado a la reconstrucción, por lo que se intuye que los trabajos seguirán durante un tiempo. Debemos recordar que este segundo y último mandato de Macron terminará hasta 2027.
Poco tiempo, demasiado intereses
Los resultados presentados a cinco años resultan, para expertos en arquitectura, en un ritmo notable debido a las normativas de seguridad del siglo XXI y la necesidad de lograr una precisión histórica.
Asimismo, diferentes historiadores pidieron paciencia, porque la primera vez que se construyó en 1163 tardó casi 200 años. “La reconstrucción de Notre Dame es un signo de esperanza para todos”, dijo el reverendo Olivier Ribadeau-Dumas, rector de la catedral.
Además, diferentes funcionarios presidenciales afirmaron que los murales, incluidos los de la Capilla de Sanit-Marcel, son tan vibrantes y coloridos como cuando fueron pintados por primera vez.
