Por: Gabriela Canales
La decadencia de una persona por una sociedad adoctrinada es la propuesta cinematográfica que la banda musical Pink Floyd presentó con la dirección del realizador Alan Parker en 1982.
Portada del álbum The Wall (1979).
La narrativa se cuenta de forma anacrónica y nos presenta como personaje principal a Pink, un chico que vive la muerte de su padre, quien fue un soldado que luchó por su patria en contra de un gobierno autoritario.
Pink sigue adelante y en momentos quiere ser militar como alguna vez fue su padre, pero al ver cómo su madre se alejó de él, dejándolo solo, ve que su vida podría llegar a ser la de un poeta.
Sin embargo, en su escuela parece que ser poeta es una pérdida de tiempo, por lo que termina cayendo en un mundo banal, basado en drogas, sexo y televisión evidentemente propagandística.
Para estos años la Guerra de Vietnam ya había pasado, entonces agregan nuevas ideas como la revolución civil y las marchas para la paz mundial.
Esto no le importa a Pink, pues él pierde a su pareja de entonces, una mujer que amó y la veía como alguien especial, haciendo que cada día se torture con el pensamiento de ella en los brazos de otro, disfrutando de su sexualidad.
La vida de Pink decae y nota que todo lo que está a su alrededor es solo eso: ladrillos. A la sociedad, desde la infancia se le enseñó a ser ladrillos e ir construyendo un muro que de alguna forma establece que todo lo que ha hecho está bien y es perfecto.
¿Qué pasaría si el muro se rompe?
Si bien podríamos esperar diálogos elaborados (por la complejidad de la trama), éstos llegan a ser breves o nulos entre los personajes y toda el filme se cuenta por medio de las canciones de Pink Floyd.
La cinta sabe retratar ideales que pueden llegar a considerarse anarquistas o que tratan de ir contra el sistema, además de contextualizar en una época donde aún se podía notar las heridas que dejó la guerra, haciendo que lo veamos como algo histórico y medianamente cercano a nosotros.
También usa el recurso de la animación para realizar alegorías, lo que deja al espectador pensando de qué manera hilar una cosa con la otra.
The Dark Side of the Moon, de Pink Floyd
Uno de los puntos que sí pueden cansar al espectador es el uso de canciones para contar la historia, pues hay escenas donde sí hubiera estado más completo el conocimiento de qué era lo que pensaban los personajes desde una perspectiva fuera de la de Pink.
Otra cosa negativa son las animaciones, ya que al ser metáforas pueden cortar el hilo conductor principal de la historia y en lugar de ser un complemento fácilmente se brincan para que la narrativa sea más continua.
The Wall es una pieza cinematográfica que pueden disfrutar tanto fans de la banda como público general que disfrute de una crítica al gobierno y a la sociedad, además de aportar una reflexión sobre nuestra sociedad actual.