Las ventas minoristas en Estados Unidos cayeron 0.3% en mayo respecto a abril, la primera contracción en cinco meses, según cifras del Departamento de Comercio.
La caída del indicador en general se explica en buena medida por el decrecimiento de las ventas de autos, que descendieron 3.5 por ciento.
Excluyendo los vehículos, las ventas en general tuvieron un crecimiento mensual de 0.5 por ciento.
Los resultados del quinto mes del año sugieren que la alta inflación -con el precio de la gasolina por los cielos- y las alzas de las tasas de interés ya están pasando factura a los consumidores estadounidenses, según analistas.
Una señal de que los consumidores ya comenzaron a sufrir por la inflación es que mientras las ventas de electrónicos y muebles bajaron, el gasto en comestibles repuntó.
Esto sugiere que ante el alza de precios, la gente se ha visto obligada a destinar una mayor proporción de sus ingresos a bienes esenciales y menos a productos suntuarios.
Una de las 13 categorías que creció en mayo fue el de ventas de restaurantes, que subieron 0.7%, lo que indica también una reactivación de la demanda de servicios como viajes y entretenimiento, que se pausó por la pandemia de COVID-19.