El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, sobrevivió un voto de confianza promovido por una pelea interna en el Partido Conservador británico. Esto lo mantiene en la silla de primer ministro, pero con dudas en su posición dentro del partido.
Con 211 de los 180 votos requeridos para reiterar la confianza, Johnson aseguró su puesto como dirigente del Reino Unido, pero 148 diputados conservadores votaron en contra. Johnson llamó a este evento una “victoria convincente” y aprovechó para reiterarle al partido que esto debería unirlos más.
Con menor aprobación que su predecesora, Theresa May, quien también tuvo una situación similar cuando negociaba los acuerdos del Brexit en 2018. May dimitió del cargo seis meses después de ganar el voto de confianza.
El voto al que fue sometido Johnson también llegó en un contexto que no es favorable para el Primer Ministro: la guerra en Ucrania y el “partygate” inglés, una serie de fiestas que el mismo Johnson celebró durante uno de los puntos álgidos de la pandemia por Covid-19. De acuerdo a analistas de BBC, estos dos eventos, pero en especial el segundo, hicieron que Johnson perdiera el respaldo de muchos compañeros en su partido.
