Shanghái, la ciudad más grande y capital económica de China, comenzó este miércoles el final del estricto confinamiento que mantuvo durante dos meses para combatir un brote de COVID-19.
Aunque la apertura todavía no es total, las autoridades locales comenzaron a implementar medidas para volver a la normalidad, al tiempo que dijeron haber tenido éxito con la cuarentena y agradecieron a la ciudadanía por su “apoyo y contribuciones”
Bancos y algunas escuelas iniciaron una reapertura paulatina. En las calles, peatones, corredores y automóviles volvieron a circular.
Mientras que los servicios de autobús, metro y las conexiones ferroviarias, se reactivaron en su totalidad desde este miércoles.
El encierro en la ciudad provocó una ralentización de su actividad económica que llevó al gobierno a emitir nuevos estímulos, pues resurgieron los temores de que la economía china en general pueda desacelerarse. Asimismo, los encierros provocaron nuevos problemas en las cadenas de suministro globales.
Shanghái es una de las ciudades más pobladas en todo el mundo con más de 25 millones de residentes.
(Con información de AP)
