El disco de hip hop Hard to Earn cumplió 28 años el pasado 8 de marzo. Y es un recordatorio de que la credibilidad y un lugar en la industria musical es, como bien lo anticipa el título del álbum, “difícil de ganar”. Y vaya que el trabajo del dúo de Nueva York es la prueba de que no basta solo con tener talento, o un buen flow, es aún más necesario tener un estilo propio.
Por: Daniel Castañedo
El hip hop ya era una realidad
Para 1994, la industria del hip hop había cambiado radicalmente, los micrófonos abiertos y los sets en los bloques de viviendas sociales eran cada vez más comunes.La competencia para conseguir un contrato con una disquera era cada vez más feroz, pues bastaba con tener alguna caja de ritmos y un cassette virgen para tocar el cielo, (cómo dijera Notorius B.I.G.).
Para mediados de la década de los noventa, los grandes exponentes comenzaban a marcar el camino. Específicamente en la costa oriente de Estados Unidos, se desarrollaba un subgénero innovador: el boom-bap o Jazz Rap.
Los ritmos “sampleados” de los trabajos de Miles Davids y un sin fin de jazzistas americanos de renombre, eran acompañados de líricas crudas. Los raperos no utilizaban ningún filtro a la hora de escribir, inclusive parecía que entre más violentas fueran las rimas más peso tendrían.
En un futuro este subgénero del “jazz rap” se deformaría para convertirse en el “gangstahrap”
Grupos como Wu-Tang Clan, A tribe Called Quest, KRS-ONE, Jeru the Demaja, Godfather Don, Redman, Jamal o Lords Of The Underground sonaban en todas las grabadoras del noroeste de Estados Unidos. La ciudad de Nueva York parecía tener todas las vitrinas del hip hop ya ocupadas, pero Hard to Earn llegó a imponer una nueva tendencia.
Pero para poder llegar a la cima hay que encontrase en la ruinas, Gangstarr y su cuarto álbum son el ejemplo de ello. No por nada, la revista norteamericana COMPLEX los colocó dentro de su ranking de los mejores dúos en la historia del hip hop. Ver más…
“No puedo trabajar en ningún restaurante de comida rápida, tengo algo de talento, así que ¿entiendes mi punto?”
LA PERSEVERANCIA CULMINA CON LA ATRACCIÓN DE LAS MASAS
Al iniciar un conjunto musical, las esperanzas e ilusiones son muchas. Pero el paso del tiempo termina por causar fracturas e inseguridades.
La historia de Gang Starr es particular, pues el dogma dicta que cuando uno, o varios integrantes del equipo terminan desertando, la agrupación está destinada al fracaso.
Guru demostró que esta regla no se cumplía en todos los casos. Keith Edwards, originario de Boston Massachussets era un escritor empedernido y amante de la música. Tales intereses le llevaron a conformar el grupo “Gang Starr” junto con B Down, Mike Dee y varios otros beatmakers cómo DJ Mark the 45 King. El principal problema del joven proyecto era la poca cantidad de trabajos que pudieron concretar, pues sólo lanzaron tres singles entre 1987 y 1988 bajo el sello discográfico de Wild Pitch Records.
Para finales de 1988 los caminos ya no seguían el mismo rumbo, lo que culminó en que Guru fuera el único que quisiera continuar con el proyecto.
“Podrían decir que somos una amenaza para la sociedad. Pero al mismo tiempo digo: ¿Por qué soy yo?,¿soy yo el objetivo de la destrucción? ¿Qué pasa con el sistema y la corrupción total?”
Estas circunstancias más que afectar a Guru, le dieron la persistencia para cumplir la meta de hacer dinero gracias a la música. Durante un año se dio a la tarea de buscar un “beatmaker” que se encargará de musicalizar sus rimas.
Después de algunos meses, el productor Carlos Garzo, le mostró al originario de Boston el trabajo de un Dj texano con visión y talento musical, Christopher Martin, alias Dj Premiere.
La química entre los artistas fue inmediata, pues solo necesitaron de un par de meses para lanzar en su primera colaboración titulada, “Words I Manifest”.
Hard to Earn, el disco que lo cambió todo
Sí bien “No More Mr. Nice Guy” y “Daily Operation” no habían sido malos discos, no habían funcionado para popularizar a Gang Starr. No fue hasta principios de 1994 cuando “Hard to Earn” llegó a refrescar y revolucionar la escena del hip hop de Nueva York.
Y desde la portada del álbum se mostraba a una agrupación diferente, más apegada a lo callejero de la época. Lista para reventar los bajos y las cabezas de los amantes de las rimas.
El vinilo está plagado de talento, pues desde el momento en el que la aguja toca el disco se nota que Premiere y Guru no eran unos improvisados en la escena, su esfuerzo y trabajo terminaron por consolidarse en los cincuenta y nueve minutos que dura el disco.
El trabajo instrumental de Dj Premiere en este álbum fue su graduación como beatmaker. Las influencias texanas de “Dj Screw” le ayudaron a crear bases distintas, plagadas de los característicos “scratches” que generaban los vinilos de jazz. De este modo Premiere le dejó la pista abierta para que Guru, con su “estilo monótono”, enlazara la nueva cara de la sociedad. El grupo había llegado para quedarse en las cabezas de los amantes del genero de los versos rápidos.
La combinación era correcta y logró hacer despegar las carreras del dúo. Ya que a partir de este punto comenzaron a abundar las colaboraciones con artistas ya consagrados en el mundo del rap.
El cuarto disco de Gang Starr además de ser uno de los 100 mejores de la historia del rap, es el ejemplo de cómo los artistas deben de adaptarse a las nuevas tendencias, pero siempre manteniendo una identidad marcada.