Matrimonio infantil en México, la delgada línea entre costumbre y violación de derechos
j

Diálogos

7 Mar, 2022
Esta práctica es común en estados como Oaxaca, Chiapas, Michoacán y principalmente en pueblos cercanos a la Montaña de Guerrero.
Foto: © UNICEF México/Twitter

 

Por: Monserrat Iglesias

 

Vender una vida, obtener algo de dinero, mucho o poco, con eso mejorar la casita, hacer una gran fiesta, comprar un vestido de novia, tacones, llevar una gran banda, platillos vastos; reemplazar las muñecas por hijos, los cantos por gritos, los estudios por actividades domésticas forzadas, confundir el amor con violencia, normalizar maltratos, alejarse de su familia, guardar silencio, olvidar tus anhelos, perder tus sueños. Esto es lo que implica ser mujer, ser niña, en un pueblo donde se “usa” casarse joven, muy joven, teniendo apenas 12 o 14 años.

El término niña según el portal de definiciones “Definiciona”, refiere a una persona que tiene pocos años y que está en la época o periodo de la niñez o infancia y en América se entiende como la mujer que no ha perdido el estado de virginidad.

De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA), la violencia exacerbada por el deterioro económico que se agrava debido a la pandemia, duplicó el matrimonio a temprana edad en Latinoamérica y el Caribe, que ya se posicionaron en el segundo lugar en la tasa de embarazo adolescente a nivel mundial.

En México, no se habla de matrimonio infantil; sin embargo, esta práctica es común en diversos estados como Oaxaca, Chiapas, Michoacán y principalmente en pueblos cercanos a la Montaña de Guerrero. Estos matrimonios, muchas veces no están avalados por ningún juez o autoridad eclesiástica, sino que se realizan bajo el concepto de ‘unión libre’”. Esta unión consiste en el intercambio de una integrante de la familia menor de edad por un dote o pago económico para la familia; después de que ésta obtiene la cantidad de dinero pactada, la niña es obligada a vivir con la pareja. Bajo esta dinámica se avala la venta y se condena a la menor a una situación de esclava.

Comenzar una vida marital temprana que excluye a las niñas  de los derechos básicos reconocidos por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), como serían el derecho de estudiar, vivir en familia y jugar, además de exponerla a transgresiones mayores como violencia emocional, física, sexual y en casos mayores feminicidio.

Este tipo de intercambio se traduce a venta de personas, lo que según las leyes mexicanas, en el artículo 367 del código penal, está condenado a ocho años de prisión. Pero en estos pueblos que se rigen bajo los usos y costumbres, las leyes ni el Estado parecen interesados en intervenir para cesar esta práctica. Se han dado pequeños pasos, pero no los suficientes para cambiar una práctica tan dañina para niñas, donde tan solo en México, según datos de la organización mexicana de la sociedad civil “Yo Quiero Yo puedo”, esta práctica ha obligado a casi 300 mil niñas a contraer matrimonio, la mayoría de ellas vendidos a una pareja mayor.

En noviembre de 2019 se firmaron dos Actas de Acuerdos para prohibir la venta de mujeres en las comunidades de Metlatónoc, Guerrero, región donde más de 40% de las niñas son vendidas en matrimonio. La primera fue en La Juquila, en la que se especificó que queda totalmente prohibida la venta de niñas y mujeres, y se establecieron sanciones con vigencia de 200 años para quienes incumplan los acuerdos. La segunda fue en San Juan Puerto Montaña, en la que además de lo anterior, se reconocen todos los derechos que tienen las niñas y las mujeres, esto es un avance, pero no tiene validez necesaria dentro de las comunidades para erradicar una costumbre implementada de generación en generación.

 

Visibilizar y exigir la intervención del Estado

Durante la conferencia matutina del 26 de octubre de 2021 el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que: “La trata o la prostitución infantil no es la generalidad de lo que sucede en las comunidades, como a veces se presenta en los medios de información. Entonces, ‘en la Montaña de Guerrero, ahí se venden las niñas’. No, puede ser la excepción, pero no la regla, porque hay muchos valores en los pueblos.”

Tras esta declaración del Presidente, La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), condenó la venta de niñas y adolescentes en comunidades del país, por lo que hizo un llamado a las autoridades a erradicar la práctica que viola los derechos humanos de las infancias, delineando que la visión adultocéntrica de las autoridades menosprecia la venta de niños, lo que conduce a una omisión intencional por parte del Estado para atender el delito, que conlleva otros como la trata y tráfico de personas, así como la violencia sexual.

En entrevista con Tania Ramírez, directora de Redim, habló sobre lo problemático de normalizar la venta de niñas para matrimonio, “entra en contraposición con las leyes y mandatos, es la expresión mayor de adultocentrismo y sexismo, ¿por qué niñas y no niños?”. El simple hecho de realizar la venta de una persona, en este caso de una niña, es concebirla como propiedad y va en contra de sus derechos.

Sobre el factor de que se busquen en específico niñas menores para matrimonio, Tania refiere a que se ve bajo la mirada adultocentrista en el que se cree que las niñas no tienen voluntad, que son personas incompletas, “se dice que los jóvenes son el futuro de México, se piensa siempre en ellos a futuro, cuando crezcan, pero no se ve por las infancias presentes”.

Foto: © Oaxaca Digital

Foto: © Oaxaca Digital

Sobre el factor esencial modificable para generar un cambio, Tania sentenció: “Lo que hay que atacar es la conciencia social y pública que se tiene sobre el matrimonio infantil en estos pueblos, generar estrategias para cambiarlo es lo que se necesita.”

–¿Por qué no se hacen campañas en donde se muestra lo dañino que es el matrimonio infantil?

–“Las organizaciones tenemos que generar estudios para difundir este tipo de información, pero principalmente se debe abordar desde las escuelas de dichas comunidades, las niñas deben conocer sus derechos y hacerlos valer.”

Sobre las acciones que podemos realizar para presionar la intervención del Estado a esta vulneración de derechos, Tania respondió: “Todas las personas tenemos derecho a expresarnos para poder ampliar un tema. Necesitamos comprenderlo y contextualizarlo para emitir una opinión. Es importante presionar y difundir la problemática, visibilizarla, hablar sobre esto con personas que no conocen el tema, en reuniones familiares y exponerlo en redes.”

 

La tierra donde se venden niñas

“Quiero ver la arrepentida que te vas a dar”, fueron las últimas palabras que escuchó de su madre al huir de casa hace diez años. “Martha”, quien prefiere no utilizar su nombre verdadero por cuestiones de seguridad.

Martha tenía 14 años cuando escapó de su pueblito originario cercano a Tlapa, Guerrero, su padre la amenazaba con casarla con un hombre del “gabacho” que se fue de albañil a California y al regresar le ofreció 200 mil pesos por Martha, ella no lo conocía ni tenía interés en hacerlo. “Este viene forrado y tú te pones terca”, era la cantaleta que su papá le recitaba al preparar café de olla por las mañanas, mientras Martha soplaba en el anafre, viéndolo a los ojos, sin decir una palabra.

Cada que le tocaba el tema de los beneficios que tendrían si aceptaba el dinero, Martha sentía un vacío en el estómago y recuerda algunos puntos de la lista de deseos que su papá ya había repartido con el dinero a cambio de su mano, como comprar otro becerro, levantar una barda que le faltaba al terreno y hasta unas vacaciones antes o después de la boda en Caleta.

Martha no iba a la escuela, ella cuidaba a sus tres hermanos menores y ayudaba a su mamá en el día, disfrutaba de alimentar a los dos borregos de la casa, sacar los huevos de las gallinas, recolectar flores y escuchar la radio. “Mi mamá tenía hartos pañales de mis hermanitos para lavar y yo me los llevaba para quedarme platicando con mi amiga Lupita, era la única a la que le contaba mis cosas, pero ya no sé de ella.”

Si Martha accedía a casarse no sería la primera menor de edad en la familia al entrar a la vida marital siendo apenas una niña, ya que su prima también se “juntó” a los 15, “fue una fiesta grandísima, casi todo el pueblo, es que su esposo era conocido en todos lados. Él tenía como 22 y siempre veía a mi prima cuando regresaba de la escuela, hasta que la fue a pedir y a los seis meses de la boda “encargó”, ahora tiene dos chiquillos”.

“Yo no quería casarme, me daba miedo; me había enterado de muchas a las que les pegan, las maltratan, yo no quería terminar así.” Martha sabía que su tía, hermana menor de su mamá a quien describe como una mujer bondadosa, que siempre los ayudaba, era trabajadora doméstica en el Estado de México. Un día logró contactarla por teléfono para pedirle que la acogiera, debido a que la presión de su padre aumentaba y para ayudarle en el trabajo, a lo que su tía accedió. “Mi tía me dijo que sí, que no me preocupara. Me temblaba el cuerpo, me dolía la cabeza. No me llevé nada para que no se dieran cuenta, le agarré un dinero a mi papá, abrace a mis hermanitos y le dije a mi mamá que me iría; soltó los ganchos de tejer y me dijo ‘quiero ver la arrepentida que te vas a dar’, me eché a correr.”

Martha describe su pueblo como un lugar con muchos caminos que llevan a la montaña, llenos de flores en primavera, pero con un frío que cala en el invierno. Yo solo imagino esos caminos recorridos por niñas que, así como Martha, darían lo que fuera por cruzarlos corriendo para escapar del tormentoso futuro que les espera.

“No me había subido nunca a un camión, me aterraba llegar a un lugar desconocido, ya arriba del camión, me solté chille y chille, no sabía qué me esperaba, pero al menos ya no estaba ahí.” Actualmente Martha tiene 24 años, terminó la preparatoria y estudió en una escuela de belleza, unos días le ayuda a su tía a limpiar casas y otros trabaja en una estética, no ha visto a su familia desde hace diez años, pero le agradece a Dios la oportunidad de salir de ahí.

Al término de la charla le comenté que también estaba agradecida de haberla conocido y permitirme contar su historia. Martha y yo tenemos en común, ser mujeres mexicanas que habitamos el mismo país y que mientras yo tenía 12 años y terminaba la primaria, Martha tuvo que renunciar a su lugar de nacimiento, familia y amigos por el sometimiento que acecha a estas comunidades.

Escuchar esto duele, duele vivir en el mismo país y saber que ella se salvó, pero aún hay miles que faltan y que quienes pueden solucionarlo están escondidos por ahí. Duele la indiferencia de solo escucharla, no imagino el infierno que es vivirla y la salvación que se siente al huir de ella.

 

Riesgos de la vida marital temprana

Los registros administrativos de estadísticas vitales sobre nupcialidad arrojan que en México se casan 60 veces más mujeres de 15 años que hombres y seis veces más mujeres de 15 a 17 años que hombres. Tan solo en 2015 había 75 mil 446 adolescentes entre 12 y 17 años casados, de los cuales 72.4% no asistía a la escuela y de este porcentaje 42.8% de adolescentes mujeres tenían al menos un hijo.

No solo son cifras alarmantes que demuestran los obstáculos de una vida marital prematura, también muestra un panorama de feminicidios a los que los menores se arriesgan, ya que el Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, registró en 2020, 20 feminicidios en la región de la montaña de Guerrero, en donde más de 40% de las niñas son vendidas en matrimonio, 14 más que los ocurridos en 2019, lo cual es equivalente a un aumento de 233.33%.

Foto: ©UNICEF/UNI177021/Richter

Foto: ©UNICEF/UNI177021/Richter

 

Abel Barrera, director de Tlachinollan declaró en conferencia de prensa que, “en el marco de esta pandemia en la que hemos padecido los estragos del abandono gubernamental, ante la falta de infraestructura hospitalaria, ante la ausencia de personal médico, en ese contexto se incrementaron los casos de violencia contra las mujeres”.

Aunque está regularizado, aunque es prohibido, no se perciben señales de mejora, “es una historia llena de agravios y quebrantos que hemos documentado a lo largo de estos últimos años aquí en la montaña de Guerrero, lo más preocupante es que hablamos de una violencia focalizada sobre las mujeres indígenas de esta región empobrecida”, aseveró Abel Barrera.

El Estado, el gobierno, el presidente no puede lavarse las manos ante una problemática que amenaza el óptimo desarrollo de las infancias en México, los derechos humanos van por encima de cualquier “uso y costumbre” y se recupera en el artículo cuarto de la  constitución mexicana que garantiza igualdad, protección y una vida digna, esta situación nos involucra a todos y está en nuestras manos ayudar a erradicar estas dañinas prácticas.

Según datos de Save the children cada siete segundos se casa una niña menor de 15 años en el mundo, lo que implica que mientras leías este reportaje aproximadamente 35 menores contrajeron matrimonio. ¿Qué esperanzas les damos a nuestras niñas de defender sus sueños?, sino somos capaces de defender sus vidas.

Categorías: Diálogos
Etiquetas:

Quizá también te interese leer…

Humanos

Humanos

“En la conferencia de prensa los periodistas se encontraban ansiosos por conocer la historia de ‘Humanos en cosméticos’. Ya no había manera de defender al empresario, todo se había vuelto perturbador como el inicio del caso.”

Un viaje de autodescubrimiento y aprendizaje en Abu Dhabi: GMC

Un viaje de autodescubrimiento y aprendizaje en Abu Dhabi: GMC

“La sed y entusiasmo por hacer contenido escrito y audiovisual está presente en cada rincón del Abu Dhabi National Exhibitions Company (ADNEC). Es el lugar ideal para conocer sobre la manera en cómo se realiza periodismo en todo el mundo, permitiendo cuestionar qué es lo que hace falta en México para conseguir productos de calidad, serios y veraces.”

La pluma que dicta el desarrollo de la obra de Márquez

La pluma que dicta el desarrollo de la obra de Márquez

“El lenguaje es, en sí mismo, lenguaje si cumple con la función de comunicar y puede ser compartido, pero, sobre todo, entendido por los demás. Gabriel García Márquez no hace más que proclamar este argumento en sus relatos, haciendo énfasis en El otoño del patriarca, que sin duda es una de sus novelas más complejas para su entendimiento.”

El mercado como sostén de la economía

El mercado como sostén de la economía

“Este negocio es, sobre todo, para darle una educación a mis hijos, para brindarle a mi familia tranquilidad y seguridad con mi trabajo”: Juan Cuevas, comerciante del Mercado América de Naucalpan de Juárez.

Obsesión

Obsesión

“Tictac. Mi mente no deja de darme vueltas desde que lo conozco. Siempre he intentado llamar su atención. Usaba la falda del uniforme corta, intentaba que me tocara cada dos por tres y eso nunca funcionó. Tictac. Deberé hacer algo que va completamente en contra de mis principios.”

Vivir sin miedo

Vivir sin miedo

“Vivir en un país como México, que no aplica sus propias leyes contra la violencia hacia la mujer, las hace vulnerables.”

¿Cuáles son las causas del conflicto entre Israel y Palestina?

¿Cuáles son las causas del conflicto entre Israel y Palestina?

“Para entender las raíces del conflicto entre Israel y Palestina, hay que retroceder 106 años, cuando hacia finales de la Primera Guerra Mundial, la caída del imperio Otomano tuvo lugar para dar relevo a Gran Bretaña, que por mandato de la sociedad de las Naciones Unidas ocuparía el territorio palestino.”