Los mercados de la Ciudad de México se distinguen, no solo por la gran cantidad de frutas, verduras, producto fresco y cualquier otra “chuchería” que se pueda comprar en una colorida bodega con olor particular, sino que hay varios mercados de la ciudad que son un enorme matadero animal, como el mercado de carnes y aves de Azcapotzalco, el mercado de San Juan de animales exóticos o el de San Juan Pantitlán (también llamado el más sangriento de México) o los famosos “Mi Mercado…” de cada alcaldía que cuentan con largos pasillos mojados por los que no muchos quieren pasear.
Mi proyecto fotográfico, dice la autora Diana Sofía Leaños Jácome, se centra en lo último ¿por qué hay quienes no pueden ver al animal que van a comer entero? ¿Por qué en ese momento les da asco, miedo? ¿Por qué sienten culpa? Hay quienes dicen que es mejor no saber, hay quien dice que no le gusta ver la cara de los animales pero, si no tenemos el corazón para ver nuestro alimento a los ojos ¿porque sí tenemos el estómago?